Beret: «Espero que mi música les sirva para profundizar en su fe»

–Se trata de un concierto especial. A la intención original de celebrar la Resurrección, se suma ahora el homenaje al Papa Francisco. ¿Cómo encaras este concierto, que seguro que es de los más peculiares que has dado en tu vida?

–Afortunadamente, creo que el contexto de mi letra y de mi música están muy relacionados con un punto que tienen en común varias ideas: el amor. Eso es lo que predica también la fe cristiana. No creo que a quienes vengan y escuchen mis canciones les suenen raras. A lo bonito que supone tocar en un espacio como la plaza de Cibeles se suma ese trasfondo doble del que hablas. Espero que para las personas creyentes que vengan, mi música les sirva para profundizar en su fe y rendir ese homenaje.

–En la presentación de la Fiesta de la Resurrección pedías a los que van a acudir que lleguen sin prejuicios, «a bailar, llorar y reír»...

–Venir a un concierto mío con una idea preconcebida es lo peor que puedes hacer. Espero que en esas canciones suceda de todo. Hay canciones mías, que hice en 2014, que pueden generar melancolía, o también hablan de desamor. Y hay otras que te hacen saltar, te hacen reír. Cuando sales de un concierto mío, te vas con ese 'revolúo' de sentimientos.

–¿Cómo has evolucionado a lo largo de la década que llevas componiendo canciones?

–Empecé a componer con 17 años y han pasado ya 12 años. Mi pensamiento y mi forma de ser han cambiado completamente , y eso se refleja en mis letras. Hay cosas que me preocupaban con 17 años, que ahora literalmente me dan igual. Y, sin embargo, tengo otras inquietudes que me hacen describir otra realidad: la manera de reflejar la autoestima, el crecimiento personal.

–¿Qué crees que es lo que más engancha de tu música? ¿Las letras y el mensaje, la melodía? ¿Qué es lo hace que conectes más con la gente?

–Creo que las letras. La gente se queda en mi música, independientemente de la forma en la que cante, más por lo que digo que por cómo lo digo. Es una satisfacción cuando consigo que la gente sea capaz de verse reflejada a sí misma en mis letras.

–Son letras muy personales. ¿Hasta qué punto son autobiográficas? ¿No tienes miedo de exponerte demasiado?

–Sí, en la mayoría de letras hablo de mi vida. Pero, de alguna forma, da igual, porque la gente agarra la letra y la hace suya. Son capaces de leer esa letra y llevarla de acuerdo a su vida y se olvidan completamente de que es la mía.

–Eso es lo que puede ocurrir ese día, que cada uno lo interprete de acuerdo a lo que está viviendo en ese momento personal, a las circunstancias de su vida…

–Cuando estoy arriba del escenario, me pongo a mirar la cara de la gente de primeras filas, y todo el público, y cada uno está en un mundo diferente, cada uno está imaginándose su historia con esa canción. Eso es bonito.

–Tienes una canción muy especial que dedicaste a tu hermana cuando falleció. Has contado que escribirla fue una especie de catarsis, una forma de enfrentar ese inmenso dolor. Aunque no cantarás esa canción, ¿crees que ese proceso también puede enlazar con el público en un concierto que precisamente recuerda la Resurrección y el homenaje al Papa que acaba de fallecer?

–Sí, esa canción la hice para canalizar la emoción en ese momento, pero solo la he cantado una vez en directo. De hecho, dije que nunca iba a cantarla de nuevo, porque no me hace sentirme especialmente bien. Me dicen muchas veces «Fran canta 'Tata' en este concierto», pero por más que me lo digan, no la voy a cantar.

–La música, como otras formas de arte, siempre ha servido para enlazar con la belleza y de ahí a la trascendencia, incluso como una manera de relacionarse con la divinidad. Pero quizás es algo que se ha roto en los últimos tiempos. ¿Qué opinas de la forma de hacer música contemporánea?

–En mi caso, por lo menos, desde que empecé a hacer música, escribo de lo que no es visible, escribo de lo más universal, que son las emociones, los sentimientos… Pero creo que a día de hoy se está perdiendo. Te metes en el Top 50 de Spotify y no ves canciones donde la gente pueda aprender mucho de las cosas. Son canciones que a mí, de forma, me encantan, pero no me hacen pensar en sus letras, en lo que están contando. Aunque creo que sigue habiendo artistas que hablan de emociones y empatía, de mostrarse a sí mismos, la verdad es que se está perdiendo un poco. Y lo sustituyen canciones que hablan de ego. Pero no debemos ocultar los sentimientos para mostrarnos más interesantes e ir de duros por la vida. Yo no voy a parar de hablar de emociones y de sentimientos.

–¿Cómo animas a la gente a participar en esta Fiesta de la Resurrección?

–Bueno, tienen que venir con ganas de disfrutar, independientemente de las circunstancias, tienen que venir con ganas realmente de escuchar. Creo que hay que venir sintiendo y dejarse sentir, para disfrutar cada una de las actuaciones, como Cali & El Dandee, Siempre Así o Hakuna. Con ese cartel, con algo tan simple como dejarse llevar, es suficiente.