Las autonomías se 'roban' enfermeras con sueldos de más de mil euros de diferencia

Así se desprende del informe 'Situación actual y estimación de la necesidad de enfermeras en España, 2024', presentado este lunes por el Ministerio de Sanidad, que cifra en 13 el número de comunidades autónomas que pierden más enfermeras de las que reciben. Cataluña, Madrid, Navarra y País Vasco son las regiones a las que más profesionales de otras autonomías se trasladan, mientras que en el lado contrario encabeza la lista Andalucía, seguida de Castilla-La Mancha y, con bastante diferencia, Castilla y León.

Estos movimientos, aparte de a las condiciones laborales y al coste de vida, se relacionan también con las diferentes ofertas de empleo público que las autonomías han llevado a cabo en los últimos años, apuntó este lunes el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla. «Probablemente las comunidades que han sido las primeras en desarrollar esa oferta pública de empleo han tenido la capacidad de estabilizar a más enfermeras», dijo en rueda de prensa.

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Pero lo cierto es que la diferencia de salario puede llegar a ser muy agravada según la comunidad en la que se trabaje. El informe calcula el sueldo mínimo bruto mensual de una enfermera en las distintas comunidades, para lo que tiene en cuenta el salario base, el complemento de destino específico, la productividad fija y los complementos de las distintas comunidades autónomas. Mientras una enfermera generalista que trabaja en Atención Primaria en Navarra gana 2.917,55 euros al mes y una de Canarias percibe 2.898,63, las que ejercen esas mismas funciones en Cantabria cobran 1.647,94 euros al mes y las que trabajan en Galicia, 1.804,55, por ejemplificar los mayores contrastes.

Además, todas las comunidades pagan más a las enfermeras que ejercen en el ámbito hospitalario respecto a las que trabajan en la Atención Primaria, excepto Baleares, cuyos salarios son algo más altos para estas últimas y País Vasco y Navarra, que les pagan lo mismo. Así, las diferencias en los salarios de las profesionales generalistas que trabajan en hospitales van desde los 2.080,88 euros que paga Cantabria o los 2.130,54 de La Rioja hasta los 3.110,44 euros mensuales de Canarias o los 2.953,39 de Ceuta y Melilla.

En general, las autonomías pagan más a las enfermeras especialistas que a las generalistas, aunque los datos constatan que, al contrario de lo que ocurre en medicina, en enfermería las especialidades apenas están implementadas. De hecho, de las siete que hay reguladas y a las que los sanitarios pueden optar cuando se presentan al examen EIR (Enfermero Interno Residente), solo la de matrona está reconocida en todas las comunidades autónomas, mientras que el resto (enfermería en salud mental, geriátrica o de atención familiar y comunitaria, entre otras) varía mucho entre regiones.

Según datos del Consejo General de Enfermería, a fecha 9 de noviembre de 2023 había 46.114 enfermeras especialistas en alguna de las siete reconocidas (el INE señala que en España hay un total de 345.969 profesionales de la enfermería), pero una encuesta realizada por Sanidad a más de 55.000 de estas sanitarias muestra que solo el 9,5 por ciento de las especialistas ejercen con uno de esos contratos. Esta situación es, en palabras de Padilla, «dañina» tanto para el sistema sanitario, que no aprovecha todo el conocimiento del que dispone, como las profesionales, que pese a formarse no desarrollan luego la labor para la que se les ha preparado.

En los últimos años, el aumento de enfermeras en España ha sido notable, pues entre 2014 y 2022 se incrementaron un 11 por ciento en Atención Primaria, un 36,9% en urgencias y emergencias y un 27,2 por ciento en atención hospitalaria. Sin embargo, nuestro país necesita al menos 100.000 más de las que tiene en estos momentos para igualar la media de los países europeos, cuya ratio es de 8,5 enfermeras por cada mil habitantes frente a las 6,1 españolas. El informe estima que con el ritmo de crecimiento actual se tardaría en llegar hasta la cifra deseada entre 22 y 29 años.

Pero la encuesta realizada por Sanidad deja otro dato preocupante: el 39,4% de las enfermeras manifiestan su intención de dejar la profesión en los próximos 10 años. De estas, el 16,9% tiene previsto hacerlo en los próximos dos años; el 3,8%, en tres años; un 9,3 por ciento prevé dejar la enfermería en cinco años y un 9,5 por ciento, en diez años. Los principales motivos que alegan para esta decisión son aquellos relacionados con lo laboral (desde las condiciones de trabajo hasta la falta de liderazgo o autonomía) y con la salud.

Pese al crecimiento del número de enfermeras en la última década y la acuciante necesidad que hay de estas profesionales en el sistema sanitarios, el informe constata que aumentan las que están desempleadas. En 2021 eran 2.832 las que se encontraban en esta situación y en 2023 ascendieron a 3.890, un 37,3 por ciento más. Por otra parte, el número de contratos ha ido disminuyendo progresivamente en los últimos años: en el año 2021 se firmaron 157.471; en 2022, 129.120 y en 2023, 113.367. Tal como explicó Paloma Calleja, coordinadora del Comité de Cuidados en Salud que puso en marcha el año pasado el Ministerio de Sanidad, hay dos opciones que pueden explicar esta reducción: o bien que se están creando menos puestos de trabajo para profesionales o bien que se están estabilizando los puestos ya ocupados.