Un millón menos de alumnos en 15 años: así será la sangría de las aulas provincia a provincia

Es la principal conclusión de un estudio del centro de investigación EsadeEcPol, que calcula este dato a partir del pico absoluto de estudiantes del año 2013, ocho millones de niños y adolescentes según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en comparación con un mínimo de 6,3 millones del año 2000. El pico de 2013 fue provocado por dos fenómenos: «El crecimiento de nacimientos durante el boom económico a partir de finales de los 90 del siglo pasado y a un saldo migratorio positivo y grande en la era de expansión crediticia e inmobiliaria», dice el informe.

Pero el estudio va más allá y no sólo señala cuántos alumnos perderá nuestro país y sus respectivas provincias, sino también pone sobre la mesa cómo, esa pérdida de niños y jóvenes, podría convertirse en una oportunidad para usar el excedente de recursos generado en mejorar las escuelas y el sistema educativo en su conjunto.

Los autores del estudio hecho público hoy advierten de que España pasará de absorber 7,5 millones a menos de 6,5 millones de estudiantes menores de 15 años, es decir, aquellos que cursan las etapas de Infantil, Primaria y la ESO. En concreto, el estudio desagrega la proyección general del INE por grupos de edad que concuerdan con las etapas educativas (0-5 en Infantil; 6-11 en Primaria y 12-15 en ESO) se observa que se producirán «caídas fuertes» en la próxima década y media en Primaria y en la Secundaria. Está última «perderá desde su máximo, que se produce este año, un 25% del alumnado potencial. De casi 2,1 millones de niños de 12 a 15 años hoy a 1,6 en 2037».

En el caso de Primaria, «llegará a su mínimo antes, en 2032, algo por debajo de los 2,4 millones, para volver a superar esa cifra con claridad en 2037. El problema es que en 2017 estaba casi en 3 millones». En el caso de los más pequeños, es decir, la etapa de Infantil, «habrá una sensible recuperación en el volumen de niños (...) hacia finales de la presente década» para primer y segundo ciclo, es decir 0-2 y 3-5, respectivamente.

Caída estimada de la población en edad escolar

Cifras en alumnos

0

-300.000

-600.000

-900.000

Evolución

Proyección

2013

2023

2037

Esade, INE y Banco Mundial / ABC

Caída estimada de la

población en edad escolar

Cifras en alumnos

Evolución

Proyección

0

-300.000

-600.000

-900.000

2013

2023

2037

Esade, INE y Banco Mundial / ABC

En cualquier caso, y dado que la tasas de fertilidad (media de hijos por mujer) no supera la cifra de 2, es decir, la condición necesaria «para asegurar un reemplazo demográfico perfecto» ya no se producirá una situación en la que el nuevo máximo de alumnos supere al anterior. «Si no nacen al menos dos hijos por cada pareja reproductiva, inevitablemente cada nueva generación será menor a la anterior», avisa el informe.

El estudio realizado por Lucas Gortázar y Jorge Galindo repasa también que ocurrirá por provincias. Otra vez, comparando la población de 0 a 15 años durante desde el pico de 2013 hasta 2037, «las caídas más pronunciadas se concentran en Castilla y León (Zamora alcanza al 44%, León o Palencia alrededor de un tercio) y otras provincias del interior (Jaén, Albacete) o del norte (Asturias)». Por contra, hay otras provincias con municipios de tamaño medio que presentan «un escenario de mantenimiento» como es el caso de Alicante, Navarra y Murcia o «incluso de repuntes positivos» como Almería y Baleares.

Caída estimada por provincias

Cifras en porcentaje, entre 2013 y 2037

-21%

-14%

-34%

-30%

-23%

-21%

-10%

0%

-34%

-31%

-26%

-16%

-24%

-2%

-2%

-7%

-30%

-44%

-7%

-27%

-11%

-8%

-5%

-19%

-30%

-11%

-12%

-24%

-10%

-17%

-13%

-11%

-31%

7%

-12%

-25%

-31%

-31%

-3%

-29%

-35%

-1%

-12%

-26%

-14%

7%

-10%

-18%

-24%

-29%

-43%

-30%

Esade, INE y Banco Mundial / ABC

Caída estimada de la

población en edad escolar

Cifras en porcentaje, entre 2013 y 2037

Más de 0

Entre -1 y -2

Entre -3 y -5

Entre -6 y -8

Entre -9 y -15

Entre -15 y -20

Entre -20 y -30

Entre -30 y -40

Más de 40

Esade, INE y Banco Mundial / ABC

En resumen, señala el informe, «si España ya tiene una demanda educativa notablemente polarizada, cada vez lo estará más: unos pocos puntos (núcleos densamente poblados con perspectivas demográficas menos negativas) concentrando demanda abundante; acompañados de otros muchos puntos con demanda escasa, pero sobre todo dispersa, y en franco declive demográfico».

Ante esta realidad incontestable, y teniendo en cuenta que, dicen los autores, habrá un aumento del gasto por alumno de entre un 5 y un 25 por ciento en función del nivel educativo debido al mayor «espacio fiscal» producido precisamente a la caída demográfica, se pone sobre la mesa qué hacer con el excedente de recursos. Hay dos escenarios posibles: mantener el mapa escolar actual hasta que los recursos lo permitan o redirigir recursos y pensar a largo plazo.

En el primer caso, el informe sostiene que esto implicaría priorizar a los alumnos en centros pequeños en detrimento de los centros grandes y a los alumnos y comunidades de zonas rurales en detrimento de las zonas urbanas. Sin embargo, recuerda el informe, que el coste de hacerlo es importante porque «se deja de invertir el excedente de recursos tanto cuantitativa (más tiempo de dedicación por alumno) como cualitativamente (nuevas formas de organización) allí donde hay más alumnos y se sigue invirtiendo en una red escolar más ineficiente, con muchos centros muy pequeños». Además, avisan que es una estrategia con fecha de caducidad porque la caída demográfica acaba llegando, y muchas aulas terminarán por vaciarse.

Los autores se descantan, por lo tanto, por la otra opción y proponen seis medidas concretas: reducir la ratio alumno-profesor y el tamaño de las aulas más presionadas; ampliar el tiempo en la escuela, el refuerzo escolar y el cuidado para avanzar de forma más eficaz a una mayor igualdad de oportunidades; reformar las políticas docentes y mejorar las condiciones laborales; fortalecer el cambio educativo a nivel de centro y promover una mayor colaboración docente; seguir expandiendo las etapas de educación infantil de primer ciclo (0-3) y Formación Profesional y aplicar políticas eficaces contra la segregación escolar.

En el caso de la reducción de las ratios y el número de alumnos en las aulas, el informe defiende que debería hacerse por nivel educativo, es decir, primero Infantil, después Primaria, luego ESO a medida que avanza la caída del alumnado, «de tal manera que se invierte en infraestructuras y personal allí donde sigue habiendo mucha demanda y se ponen recursos docentes añadidos para añadir una línea más en algunos centros».

Respecto a la ampliación del tiempo en la escuela y del refuerzo escolar, el el informe señala que es una buena apuesta que en España, «la jornada continua avanza de manera imparable en educación Infantil y Primaria y es una realidad asentada en los centros públicos: esto puede perjudicar el aprendizaje de los alumnos, pero también a la igualdad de género en el empleo». Además, «el refuerzo escolar y el apoyo al alumnado social y educativamente desaventajado (tanto en horario lectivo como no lectivo) es más bajo en España en comparación con otros países».

Respecto a las mejores de las condiciones laborales de los docentes, el estudio apuesta por hacerlo por diversas razones: el poder adquisitivo de los docentes ha disminuido; la tasa de temporalidad en la escuela pública ha sido alta en los últimos años, llegando a niveles del 30% de interinidad, sumado al cansancio y al síndrome del 'burnout post-pandémico' sufrido por los docentes. Todo ello, eso sí, «a cambio de una serie de compromisos de la profesión relacionados con cambios en la carrera profesional (un sistema de evaluación docente) o la ampliación del tiempo de permanencia en la escuela para facilitar una ampliación del tiempo escolar».

La cuarta medida se basa en el fortalecimiento del cambio educativo a nivel de centro y la promoción de una mayor colaboración docente. «Es necesario reorientar el uso del espacio y del tiempo en las escuelas para cambiar la organización escolar y superar el modelo de aula huevera (un aula, un docente, un grupo de alumnos, una hora), fomentando una mayor colaboración docente (...) y un uso más efectivo del tiempo docente (que permita dar más apoyo a quien más necesita) en cada centro educativo».

La quinta medida apuesta por seguir expandiendo las etapas de educación infantil de primer ciclo (0-3) y Formación Profesional «tanto para favorecer el desarrollo temprano de los alumnos y la conciliación de las familias como la inserción laboral de los jóvenes».

Con la última medida se propone aplicar políticas eficaces contra la segregación escolar. «Las políticas de planificación y oferta educativa (reduciendo la oferta en los centros educativos según cae la demanda) pueden permitir re-equilibrar la composición social de las escuelas. Esto puede implicar mantener abiertas algunas líneas o escuelas que, por razones puramente económicas, habría que cerrar».