Logroño aprueba la prohibición de beber en las calles del casco antiguo desde medianoche

La medida ha sido aprobada en el pleno ordinario del mes de julio del Consistorio, que ha comenzado con un minuto de silencio en memoria del exconcejal del Ayuntamiento de Logroño Francisco Díaz Yubero, fallecido el 28 de junio.

A continuación, se ha debatido y ha salido adelante la modificación de una disposición de la Ordenanza de Protección del Medio Ambiente contra la Emisión de Ruidos y Vibraciones de Logroño, por la que se prohíbe beber en las calles del casco antiguo desde la medianoche.

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El concejal de Medio Ambiente, Jesús López, ha recordado que el carácter logroñés es «acogedor, apasionado, lleno de vida» y, en este sentido, «años atrás, la convivencia entre el ocio y la buena vecindad se ha mantenido en equilibrio».

«El cambio del modo de entender el ocio, tanto en las formas como en sus horarios, desactualizan algunos artículos de la actual Ordenanza de Protección del Medio Ambiente contra la Emisión de Ruidos y Vibraciones de Logroño, que viene del año 2009», ha apuntado el edil.

En esa normativa, que entró en vigor en 2010, se incluyó «una disposición adicional, la tercera, en la que se eximía de su aplicación a las calles del Centro Histórico; que son Laurel, Travesía Laurel, Albornoz, San Agustín, San Juan y Travesía de San Juan».

«La enorme sensibilidad que suscita en este momento la contaminación acústica en Logroño y el gran número de quejas de la ciudadanía residente en el centro histórico que le llegan a este equipo de gobierno, hace que haya que realizar esa modificación porque entendemos que hay que anteponer el derecho de todos los vecinos al descanso y encontrar también el equilibrio con la actividad hostelera», ha señalado López.

Posteriormente, la concejala de Podemos-IU, Amaia Castro, ha mostrado su satisfacción porque se vaya a aprobar esta iniciativa: «Espero que sirva para paliar al menos algo la situación insostenible de los vecinos del casco antiguo». No obstante, ha lamentado que el PP «no quisiera aprobarlo en el pleno de junio» cuando lo pidieron «en una moción que no quisieron aprobar».

«Todas las ordenanzas, especialmente la de ruidos, que priorizan el bienestar de las personas por encima de cualquier otro condicionante, está bien que las apliquen y las hagan cumplir», ha destacado Castro.

Desde las filas del PSOE, ha intervenido la concejal Carmen Urquía: «Estamos muy de acuerdo en el fondo, pero no tanto en su forma». «No podemos entender cómo, en un tema que estamos tanto ustedes como la oposición de acuerdo, votan en contra en el pleno anterior», algo que «denota un cierto comportamiento infantil y poco coherente ante un problema tan importante como es la contaminación acústica en nuestra ciudad».

Urquía ha señalado que «da la sensación de que van sobre la marcha y les falta planificación». No obstante, ha puesto en valor que el de la contaminación acústica «es un problema de todos»: «Nosotros estamos ahí también para apoyar».

Para concluir, ha señalado que «en esta carrera de fondo todavía queda mucho por hacer en materia de ruido»: «Confiamos en que, en los siguientes pasos, se cuente con este grupo municipal para llevar adelante avances en un tema tan esencial como lo es la contaminación acústica, que a día de hoy sigue afectando a la población».

Por su parte, el concejal del PR+, Rubén Antoñanzas, ha criticado al equipo de gobierno, que van de «únicos salvadores ante los vecinos, ante los hosteleros». En esta línea, ha recalcado que ambos colectivos «estaban de acuerdo» con la solución que propusieron hace un mes y llevaron «tres grupos de la oposición», pero «necesitaban ponerse una medallita y lo que han hecho es el ridículo».

Ante ello, ha lamentado que «hayan tardado un mes en solucionar un problema» en el que «todos» estaban de acuerdo. «Creemos, y así lo hemos defendido, que la calle Laurel, San Juan y aledaños han sido un ejemplo de convivencia durante 50 años y vamos a apoyar todas las medidas que eviten que ese modelo de turismo se desvanezca», ha incidido Antoñanzas.

La concejala del Grupo Municipal del PP Celia Sanz ha indicado: «Todos estamos de acuerdo en lo que aquí se trata es de buscar una pacificación del centro histórico (...) buscando el equilibrio entre lo que es el derecho al descanso prioritario con lo que es la dinamización económica de una ciudad».

En este punto, ha criticado que en la legislatura anterior, liderada por el PSOE, «ralentizaron» estas cuestiones relacionadas con el ruido, si bien ha apuntado: «Hemos continuado ese trabajo, aprobado los mapas de ruido, las zonas de protección acústica; hemos suspendido las licencias para autorización de nuevas actividades y suspendido licencias en el casco antiguo y estamos haciendo ejecutar y cumplir lo que ya está regulado».