La ministra de Igualdad se aleja del feminismo clásico en la marcha del 8-M

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ABC

Madrid es la capital donde el viernes se producen dos marchas diferentes, con eslóganes muy diferentes. Las jornadas del feminismo en la calle se convierten desde hace varios años en Madrid en tal batiburrillo que es necesario hacer una guía para iniciados. Hasta la entrada de Irene Montero en el Ministerio de Igualdad, el movimiento feminista siempre caminó unido en la capital por el Día de la Mujer, llamados a la convocatoria que organiza la Comisión del 8-M desde los años 70 y con cuyos posicionamientos se alinea Podemos. Después, surgió la pandemia, su marcha imprudente de 2020 y los postulados que enfrentaron cara a cara al PSOE y sus entonces socios a la izquierda, así que una corriente de dirigentes históricas socialistas se desgajó con una propuesta diferente. Y esta segunda marcha, que usualmente tiene menos asistencia, es convocada por el Movimiento Feminista de Madrid y a ella acudirán este viernes rostros socialistas y también el PP, pero no la ministra de Igualdad.

De hecho, es la propia Ana Redondo la que ha confundido con sus respuestas a parte del movimiento. Hasta este miércoles se le preguntaba a qué marcha acudiría: si a la misma que Podemos, Sumar, los grupos trans y que marchará para clamar «contra el genocidio israelí en Palestina»; o a la del histórico PSOE, feministas clásicas que piden la abolición de la prostitución en su lema. Ella eludía responder. A pesar de declararse abiertamente abolicionista y de inscribirse en todos los principios defendidos por el Movimiento Feminista de Madrid, la ministra ha afirmado hoy que el PSOE estará, «como siempre», en la otra, junto a la pléyade de ministras, eso sí, con «pancarta y cánticos propios».

Hasta hoy mismo, buena parte del feminismo clásico y las entidades que lo representan entendían que este año el PSOE «no las abandonaría». El Movimiento Feminista de Madrid respondió a la ministra que «no se puede sorber y soplar al mismo tiempo». De hecho, la responsable de Igualdad les lanza un nuevo guiño al reivindicar que lo importante es estar todas en la calle y confía en que puedan «encontrarse en algún momento del recorrido de las manifestaciones» (una discurre entre Atocha y Colón; la otra de Cibeles a Plaza de España, así que en teoría no debería producirse esa unión). Pese a ese espíritu conciliador de Redondo, fuentes parlamentarias consultadas por ABC aseguraban que había diputadas socialistas desconcertadas por las expectativas prendidas por la propia ministra al afirmar en días pasados que no había decidido todavía a qué marcha acudiría.

En la misma línea, asociaciones con veteranas socialistas en sus filas esperan que las respalden «muchas dirigentes socialistas» como Carmen Calvo, hoy presidenta del Consejo de Estado, y critican en conversación con este diario que Redondo tenga una posición «contradictoria», pues se define abolicionista como su Gobierno y van a una marcha que «defiende la legalización del acceso por un precio al cuerpo de las mujeres». Además, desde la plataforma Contra el Borrado de las Mujeres lamentan que la manifestación menos masiva es la que defiende la agenda de las mujeres.

Las mismas fuentes avalan la segunda gran contradicción de Redondo este año: coincidirá en su marcha con los grupos que representan al colectivo trans y sus reivindicaciones, mientras mantiene a Isabel García como directora del Instituto de las Mujeres. No se espera que su alto cargo secunde la misma marcha que Redondo tras sus tuits ofensivos al colectivo, porque recibiría un clamoroso abucheo, advierten.

El año pasado la convocatoria desunida hundió las marchas hasta congregar a solo 27.000 personas, 17.000 en la de la Comisión 8-M y 10.000 en la de corte más tradicional. Los pasados 25 de noviembre, el Día de Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la escisión fue total, hasta el punto de corear consignas cruzadas.

La concentración del Movimiento Feminista de Madrid, que cuenta habitualmente con destacadas dirigentes socialistas en su cabecera, empezará a las 19.00 horas en Cibeles y acabará en Plaza de España. Tendrá como lema 'La prostitución no es un trabajo. ¡Abolición ya!«. Sí asistirán a esta marcha, según ha podido confirmar ABC, el PP, con su vicesecretaria Ana Alós al frente. Para los populares, esta es la marcha «oficial», la de las feministas tradicionales.

En la marcha convocada por la Comisión 8-M, a la que se han circunscrito las dirigentes de Unidas Podemos y en los últimos años ha encabezado el Ministerio de Igualdad con Irene Montero al frente, el eslogan será 'Patriarcado, Genocidio, Privilegios #SeAcabó' y denunciará además las «violaciones de derechos humanos» de las mujeres en Palestina. El lema defendido por los partidos a la izquierda del PSOE representará también los gritos de las socialistas, entre las que se espera a la mujer del presidente, Pedro Sánchez. En esta marcha se sienten integrados los grupos trans.

Redondo despejó la incógnita de su asistencia en la presentación de la campaña para el 8-M de un ministerio convulso donde aún se está asentando. La campaña –«modesta, ha costado 15.000 euros», afirmó su número dos, Aina Calvo– pretende ser «integradora», destacó, de nuevo, para tender puentes entre las pulsiones que vive el feminismo.

Bajo el lema «8M con M de Muévete», en el spot de la campaña se llama a toda la sociedad a movilizarse porque «todavía queda mucho por hacer para alcanzar la igualdad». El guiño dirigido a Podemos ha estado en la primera frase del vídeo presentado, donde tras los datos del CIS avalando que más de un 40% de los jóvenes españoles opinan que con las políticas radicales de igualdad implementadas por Irene Montero en el Ministerio de Igualdad la pasada legislatura se llegó «demasiado lejos», en la nueva campaña del departamento socialista comienzan por decir: «Vamos a volver a explicarlo» y moderan su tono pidiendo que se mejore en derechos de las mujeres como la «maternidad libremente decidida».

«8-M con M de marzo. M de mujeres, muchas mujeres. De todas las mujeres. M de los mismos derechos. M de mariscadora, de matemática, de maestra. M de maternidad libremente decidida. M de mismas oportunidades. M de marchas, de movimiento. M de migrantes. M del mismo trabajo, mismo salario. M de que quiero viva. M de que el cuerpo es mío. M de mirar al futuro. M de más y mejor. Porque todavía queda mucho para alcanzar la igualdad. 8-M con M de Muévete» sostiene la campaña publicitaria elaborada por la agencia TBS.

Asimismo, la ministra de Igualdad considera que se ha avanzado pero «todavía hay mucho por hacer». «Necesitamos muchas campañas, necesitamos que el 8-M sea todos los días del año y necesitamos que esta sociedad se mueva también», ha enfatizado.

Por su parte, la secretaria de Estado ha destacado el mensaje «positivo», «optimista», «inspirador» y de «empoderamiento» de una campaña que ha calificado de «modesta» económicamente, ya que se puso en marcha en el mes de diciembre, mientras que las campañas de publicidad institucional se aprueban en Consejo de Ministros en enero. Así, ha asegurado que no es ni será lo habitual en el futuro.

Un dato curioso: el Gobierno ya ha abandonado por completo el «todes» en sus discursos, por los que optó en los últimos años la exministra Irene Montero, y se dirige a los presentes en masculino y femenino (todos, todas).

Además, Redondo ha anunciado que el Gobierno va a celebrar un Consejo de Ministros extraordinario «con medidas monográficas en materia de igualdad« este viernes, 8 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer. En concreto, está previsto que se aprueben medidas relacionadas con la igualdad y la violencia de género. Preguntada sobre si podría avanzar alguna medida en este sentido, Ana Redondo se ha amparado en la »confidencialidad« del Consejo de Ministros para eludir la respuesta.

«Me gustaría resaltar que es la primera vez en la historia que se celebra un Consejo de Ministras en el día del 8-M», ha declarado la titular de Igualdad, que ha añadido que estará «cargado de medidas que tienen que ver con la igualdad de una forma transversal«. Además, ha destacado que el Ejecutivo está »preparando todo para que efectivamente sea un paquete relevante«.