Ana Redondo presume del premio de la ONU a Sánchez y su gira internacional con su peor versión: «Ustedes ni lo huelen»

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Érika Montañés

El diputado tampoco se achanta y le ha espetado a la ministra que le tendría que dar «vergüenza» no poner «en el centro» a las mujeres. En literalidad ha afeado en el Parlamento: «Lo que me da vergüenza, señora ministra, es que la lacra de la violencia machista sea una realidad en este país y que ustedes reciban premios. Lo que me avergüenza es que el Gobierno de este país esté de corrupción hasta el cuello y usted tenga el poco estilo de hablar de otras cuestiones cuando tendría que darle vergüenza no poner en el centro de la cuestión a todas esas mujeres que ustedes han abandonado«. En la sesión de control al Gobierno el PP cuestionaba si el Ejecutivo es merecedor de un premio »por su compromiso con la igualdad«. Así aludía al galardón que tras aumentar considerablemente la dotación de España a ONU Mujeres recibió hace pocas semanas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de la iniciativa 'He For She' -aunque no fuese de manos de la actriz Anne Hathaway- y después de que Redondo expusiese que le molesta «profundamente» que los populares no se preocupen «por la corrupción».

Redondo ha respondido que le sorprende «que le moleste tanto que España vaya bien y que le moleste tanto que España reciba de las manos los premios a la igualdad de Naciones Unidas y a través del presidente, Pedro Sánchez, un reconocimiento a la igualdad», así como que «le moleste tanto» que España sea «líder en igualdad a nivel internacional». Lo dice a su regreso de un viaje a Brasil.

Igualmente, la ministra ha explicado que el premio le fue otorgado a Sánchez «por su liderazgo en prometer la igualdad y comprometerse con el avance en derechos, para influir y utilizar su influencia a través de los cambios sociales irreversibles en políticas públicas que caminan hacia la igualdad». «Ustedes estos premios ni se lo huelen», ha zanjado, para sonrojo de algunos cuando apenas unos minutos antes se había conocido la imputación de Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, y poco después, la petición de la del exministro socialista José Luis Ábalos por la Fiscalía Anticorrupción.