Álex García, repatriado en un avión militar desde Tailandia, sale de la UCI: «Estoy que me como el mundo tras ver a los niños después de casi 3 meses»

En redes sociales contó su periplo y agradeció las gestiones realizadas. «Y por fin llegó el día... Ese momento que esperas que llegue con ansia y poder ver a los niños después de casi 3 meses sin poder estar con ellos», publicó Álex en Facebook. «Es una pasada la fuerza que te dan y las ganas de luchar por todo. Hoy estoy que me como el mundo», sigue.

El avión medicalizado fue fletado por el Gobierno español y lo repatrió desde Bangkok. Aterrizó en España el 21 de abril. Junto a él viajaron su madre y su cuñada, que estaban con él de viaje en Tailandia, y un equipo reforzado de once profesionales médicos, entre ellos, intensivistas, anestesistas, médicos y enfermeros de vuelo y técnicos y técnicos sanitarios en aeroevacuaciones, preparados especialmente para este tipo de misiones críticas. «Gracias a tod@s por todo! Entre el cansancio y los mensajes que recibo no me da tiempo de contestar a todos pero ya estoy en planta. Poco a poco vamos mejorando pero todavía queda mucho por luchar. P.D. Solo tengo dos hijos, pero el otro como si lo fuera», escribe García en la publicación.

Álex García permaneció casi dos meses ingresado en Tailandia con grave peligro para su vida. En ese tiempo, intentó regresar a España hasta en dos ocasiones sin éxito, situación ante la que su familia optó por pedir ayuda al Gobierno español por el peligro de muerte inminente, según los médicos.

El joven estuvo ingresado en la UCI del Hospital Samitivej de Bangkok, país al que se desplazó junto a su mujer. En España, el médico que lo asistió antes de viajar le dijo que las molestias que sufría debían ser gases y que no tenía nada, pero ya en Asia, se comenzó a sentir peor. La pareja acudió con su seguro sanitario y fue hospitalizado con un curado de «pancreatitis necrotizante de origen biliar a un 30 %», relató su prima y portavoz de la familia, Janire Galas.

Su situación fue «empeorando» y sufrió varios intentos de traerlo a casa sin éxito. Sufrió un paro cardiaco. Su vida corría mucho peligro, la pancreatitis necrotizante aumentó «del 30% al 50%» y «los antibióticos» no le hacían efecto, según un informe médico. Ante la gravedad de la situación, la familia pidió la repatriación a través de la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire. Su mujer dijo que su vida pendía de un hilo. Ahora disfrutan ya de esta nueva oportunidad.