¿Universidad o FP? En Alemania son los colegios los que deciden qué estudia el alumno
El Estado alemán garantiza el acceso a la educación en todos los niveles, pero decide por su cuenta quién accede a cada uno de ellos
El método pedagógico que triunfa en España y hará que tu hijo estudie más y mejore sus notas
Corresponsal en Berlín
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Iniciar sesión¿Universidad o Formación Profesional? Los alumnos y las familias alemanas se ahorran esta disyuntiva, porque se trata de una decisión que toma el sistema educativo, basándose en las capacidades demostradas a lo largo de los ciclos escolares. El Estado alemán garantiza el acceso ... a la educación en todos los niveles, pero decide por su cuenta quién accede a cada uno de ellos. No está permitida la enseñanza de los hijos en casa y la escolarización obligatoria comienza a los seis años, pero incluso a esa edad los niños entran a Primaria o no dependiendo de la decisión que tomen los profesionales.
Derek es padre de dos gemelos que comenzaron juntos en el Kindergarten a la edad de cuatro años. Estos centros de preescolar son ajenos a los colegios y sus responsables determinan si cada niño está listo para pasar de nivel. «Al principio nos chocó un poco la decisión. Lara entró en la primera clase, pero en el caso de Jacob nos aconsejaron dejarlo un curso más en el Kindergarten. El argumento era que cada niño tiene su propio ritmo de maduración y que lo mejor es respetarlo», relata. Quince años después de aquella separación, sus dos hijos estudian en la universidad y su rendimiento académico es brillante.
Habilidades y rutinas
El hecho de que los Kindergarten sean gratuitos, al igual que la educación primaria, elimina la presión sobre los padres para la escolarización temprana. «Es muy importante que cada niño disponga del tiempo necesario para alcanzar la madurez que le permite sentarse en un pupitre, lo contrario es contraproducente», explica Masuda Becker, directora del Kindergarten Blütezeit de Steglitz, en Berlín.
Durante los años de preescolar, los niños alemanes no siguen enseñanza reglada, no aprenden letras ni números, sino que ocupan su tiempo adquiriendo habilidades, rutinas y jugando libremente. Solo si están listos, pasan al colegio. Y de ese «estar listos» forma parte fundamental el idioma. En núcleos con población extranjera, es habitual que los niños no lleguen con el suficiente alemán como para seguir las clases en igualdad de condiciones, por lo que se da prioridad al periodo de integración, explica la senadora de Educación de la capital alemana, Astrid-Sabine Busse, que defiende que es preferible que empiecen más tarde en el colegio, pero con garantía de éxito.
Este es también el motivo por el que los niños que llegan a Alemania a menudo no son escolarizados en el curso que por edad les correspondería, sino en uno en el que sus conocimientos de alemán les permitan seguir las clases.
Una vez cumplida la educación primaria, denominada 'Grundschule' y que suele abarcar desde los 6 a los 10 años, el colegio decide cómo sigue la formación de cada alumno: la 'Hauptschule' termina después del noveno año escolar, con el título 'Hauptschulabschluss'; la 'Realschule', después del décimo año con el título 'Realschulabschluss'. Adquieren más o menos los mismos conocimientos básicos, pero en dos o tres años dependiendo de una u otra modalidad.
A partir de aquí, cada alumno recibe una recomendación del colegio, en la que se le orienta hacia la universidad o hacia la Formación Profesional, dependiendo de su rendimiento. Esta recomendación es en realidad un veredicto porque la exige el siguiente centro educativo para la admisión. El criterio de decisión lo forman las notas, su actitud hacia los estudios y la calificación obtenida en competencias como «capacidad de trabajo en equipo», «sentido de la responsabilidad» e «independencia».
Abitur y Azubis
Los alumnos a los que se permite estudiar el Bachillerato, dos años restantes o tres en caso de colegios bilingües, pueden obtener por esta vía el 'Abitur', similar a la española Ebau, y acceder así a los estudios universitarios, pero incluso muchos de ellos aparcan esa carrera académica y optan por una plaza de formación dual, un sistema en el que las empresas alemanas se encargan de la formación de profesionales bajo supervisión del sistema educativo y mientras los alumnos cobran ya sus primeros sueldos. Estos alumnos son los llamados 'Azubis' y aproximadamente medio millón de alumnos toman esta opción cada año.
De nuevo aquí el centro educativo actúa como elemento conductor. Los alumnos cuentan con personal especializado en su propio colegio, asesores que estudian sus capacidades y establecen el contacto con las empresas que buscan ese perfil para sus plazas de formación dual, aunque también hay plataformas que se dedican a poner en contacto demandantes de plaza y empresas de forma independiente.
Formación retribuida
Un chico de incluso 16 años que obtiene una plaza de formación dual de la cadena de supermercados Lidl, por ejemplo, pasará a estar bajo la tutela de un supervisor de la empresa, contará con un asesor del sistema educativo público durante el proceso y tendrá que superar los exámenes propios de su título formativo, por ejemplo «Jefe de Ventas». Durante los dos años que dura su formación cobrará un sueldo neto de 1.100 euros mensuales, por encima del salario mínimo interprofesional y según acuerdo sindical, y tendrá derecho a un mes de vacaciones por año. Pueden abandonar libremente la plaza cuando lo deseen y el 19% no logra superar el proceso.
El 48% de los 'Azubis' se queda trabajando en la misma empresa en la que han realizado su aprendizaje. Sin duda la formación dual es clave en los envidiables datos alemanes de empleo juvenil. Forma en 330 diferentes profesiones. La parte práctica tiene lugar durante tres o cuatro días a la semana en una empresa y la enseñanza teórica, dos días a la semana, en una escuela de formación profesional.
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Se trata de un sistema que explota los beneficios del aprendizaje en un entorno práctico y que es posible gracias a la estrecha conexión entre los interlocutores sociales, las organizaciones empresariales y el Estado, que se implican conjuntamente en el sistema educativo. Un estudio comparativo de la OCDE publicado a mediados de 2020 subraya el éxito del enfoque dual: la tasa de empleo de los jóvenes entre 25 y 34 años con cualificación intermedia en Alemania es del 88% y las perspectivas laborales de los jóvenes que han cursado Formación Profesional Dual son aquí mejores que en cualquier otro país de la OCDE.
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