Cuando el agresor sexual es tu padre, hermano o abuelo: casi 200.000 niños son víctimas de incesto en Francia
El país vecino ultima un nuevo plan, con nuevas facetas judiciales y pedagógicas para luchar contra esta lacra
La legislación francesa castiga las violencias sexuales «intrafamiliares» y el incesto con penas de hasta 20 años de cárcel y 100.000 euros de multa
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Iniciar sesiónUn total de 160.000 niños y niñas son víctimas, cada año, de agresiones sexuales de sus padres, madres o muy próximos familiares, confirmando que el incesto se ha convertido en una de las más profundas lacras de Francia.
Hace tres años, 6, ... 7 millones de mujeres y hombres confesaban había sido víctimas del incesto, es decir, de una «relación carnal entre parientes dentro de los grados en que está prohibido el matrimonio», según la definición oficial del diccionario de la RAE.
Según el Institut national d'études démographiques (INED), entre el 96 y el 98 por ciento de los que lo hacen son hombres. «Los hombres de la familia», escribe el INED: «Padres, hermanos, primos, tíos, abuelos, representan casi la totalidad de los agresores sexuales en familia«.
El gobierno francés presentó hace cuatro años un primer plan nacional de lucha contra el incesto. «Se ha quedado muy insuficiente«, comenta Charlotte Caubel, secretaria de Estado responsable de los asuntos de la infancia, agregando: »Estamos ultimando un nuevo plan, mucho más profundo, con nuevas facetas judiciales y pedagógicas. La violencia sexual, dentro de las familias, conocida familiarmente como incesto, se ha extendido mucho en nuestro país, de manera alarmante«.
Esa tragedia también tiene un costo económico, significativo y creciente. La atención y cuidados de las víctimas tiene un costo de 9.700 millones de euros, anuales, para los presupuestos de la Nación. En su día, el Estado creó una institución, la Commission Indépendante sur l'Inceste et les Violences Sexuelles faites aux enfants (CIIVISE), concebida como «centro de escucha, atención y cuidados« para los niños víctimas de violencias sexuales. Sin embargo, el presidente de esa comisión, Édouard Durard, se declara francamente decepcionado: «El Estado gasta mucho dinero, por dos razones: la gravedad del problema y la mala gestión de esa tragedia. Los agresores cuestan a la sociedad 9.700 millones de euros… es necesario que el Estado reacciones de manera más enérgica y eficaz«.
La legislación francesa castiga las violencias sexuales «intrafamiliares» y el incesto con penas de hasta 20 años de cárcel y 100.000 euros de multa. Más allá de la cuestión estrictamente jurídica, el costo familiar, moral, cultural, social, político y económico va mucho más lejos, iluminando tragedias muy profundas.
Emmanuelle Béart (60 años), actriz famosa a escala nacional, hija de un cantante célebre, Guy Béart, confesó días pasados haber sido víctima de comportamientos incestuosos, durante su adolescencia, por los años 70 del siglo pasado, cuando su padre era un personaje muy famoso. La actriz no acusa a su progenitor, exactamente, pero confiesa que solo su abuela le permitió escapar a las agresiones familiares.
«Viví un infierno atroz, una suerte de noche oscura«, comenta Emmanuel Béart. »Si mi padre, mi madre, mis amigos no veían nada, es que todo podía volver a ocurrir. Y ocurría. Mi silencio era una forma de grito angustioso, impotente, consecuencia de mi incapacidad para defenderme y denunciar mi sufrimiento. Si mi abuela no hubiese intervenido, temo que no hubiese sido capaz de liberarme. He tardado varias décadas en ser capaz de hablar. No por mi. He decidido hablar para invitar a otras víctimas a la liberación, romper el círculo infernal de las familias que callan«.
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