No sospechó que algo en su dispositivo pudiera funcionar mal teniendo en cuenta que sin pulsaciones estaría muerto, sino que decidió ir al médico a que le diesen una solución a su problema, tal y como muestra el informe. «Acude porque el reloj inteligente suele marcarle una frecuencia cardíaca de entre 60 y 72 lpm y ahora le marca 00. Lo ha reiniciado dos veces y sigue marcando 00. Se encuentra bien y no presenta clínica. No disnea».
En la consulta presenta una frecuencia cardíaca de 88 latidos por minuto y una saturación de 97%, por lo que el diagnóstico del médico fue «funcionamiento incorrecto del reloj inteligente» y el tratamiento a seguir: «valorar los síntomas antes de acudir al sistema sanitario» y «reparar el reloj inteligente».
El caso se ha viralizado en las redes sociales por lo absurdo de la consulta, ya que parece lógico que puede ser un problema tecnológico más que de salud, pero en los comentarios, otros profesionales se reafirman en que reciben diariamente casos similares.
Otros, en cambio, defienden las visitas al médico en caso de alerta del reloj inteligente, pero si éstos van acompañados de alguna sintomatología. Una sanitaria explica que gracias al aviso de la pulsera inteligente de una usuaria que llamó por un mareo que se le había pasado ya, le detectaron un derrame pericárdico.
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