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Volcán La Palma

Ramón Maragalef, el «sabio autodidacta» que da nombre al buque que vio la llegada de la lava al mar

La embarcación del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) ha estudiado, durante diez días, las propiedades del agua y el fondo marino antes y justo después de la llegada de la colada al océano

Ramón Margalef ABC
Helena Cortés

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Era un momento histórico. El pasado martes por la noche, la lava del volcán de Cumbre Vieja llegó al océano. Y los primeros que registraron este momento fueron los científicos que estaban a bordo del Ramón Margalef, una embarcación del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) que ha puesto fin este lunes a una campaña de diez días en la que han estudiado las propiedades físico-químicas y biológicas del agua y la geomorfología del fondo marino antes y justo después de la llegada de la colada al mar. Este buque es el más grande de la flota del organismo junto con el Álvarez Alvariño, que está previsto que llegue a la zona el próximo 14 de octubre para observar este fenómeno con el vehículo submarino ROV Liopus.

El nombre de Ramón Margalef con el que se bautizó este buque es un tributo al « fundador de la oceanografía y la ecología tal y como la conocemos hoy», cuenta Narcís Prat, profesor emérito de la Universidad de Barcelona y discípulo de Margalef. «Ha sido influyente en toda la ecología mundial. Sus trabajos aún los citan oceanógrafos de todo el mundo», cuenta este experto, que resalta también que su maestro fue un «sabio autodidacta».

Desde pequeño, apunta Prat, Margalef (1919-2004) ya era un entusiasta de la naturaleza. En su juventud, de hecho, trabajó como ordenanza en el Instituto Botánico de Barcelona. «En aquella época estudió mucho, de todo, animales y plantas. Antes de la Guerra Civil ya escribió varios artículos científicos. Quería estudiar Biología, pero cuando llegó la guerra su padre lo metió en una empresa de seguros . Pero como tenía al lado la Facultad de Biología de Barcelona se escapaba e iba a trabajar a los laboratorios», señala Prat.

Un buen maestro

En 1949 se licenció en Ciencias Naturales en la Universidad de Barcelona. «Hizo la tesis como pudo en Madrid, mientras estaba en la segunda mili», y se doctoró en 1952 . Ya había trabajado en el Instituto de Biología Aplicada (1946-1951). «En los primeros años de su trabajo, era básicamente un limnólogo», destaca el profesor.

Margalef trabajó en el Instituto de Investigaciones Pesqueras -ahora Instituto de Ciencias del Mar- del CSIC y lo dirigió entre 1966 y 1967. « Tenía una capacidad de comprensión de la vida que era única, excepcional. Él quería encontrar una ley universal para la ecología, como la ley de la evolución de las especies en el campo de la biología. Entonces, elige centrarse en el análisis del fitoplancton, donde creía que podía encontrar esa ley aplicable a distintas escalas», recuerda su discípulo.

En 1967, Ramón Margalef se hizo cargo de la cátedra de Ecología de la Universidad de Barcelona, la primera que se creó en España. Según recuerda Prat, este ecólogo «recibió muchas ofertas de universidades extranjeras», pero decidió quedarse en su país. «Sacaron esta cátedra pionera y nadie se atrevió a presentarse». Sus libros fundamentales, 'Ecología' (1974) y 'Limnología ' (1983) aún se usan en las facultades.

Su obra, destaca Prat, es muy extensa, superior a las 600 publicaciones, y podría alcanzar las 2.000 si hubiera cofirmado los trabajos de sus alumnos. «Tenía muchos discípulos y dirigió unas 30 tesis que han expandido las ideas de Margalef. Formaba por su ejemplo, era un verdadero maestro que te enseñaba», destaca Prat. Además de sus 'herederos académicos', Prat tuvo cuatro hijos. Uno de ellos, biólogo.

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