Victoria Prego: «Los periodistas han sufrido un trato indigno, es hora de levantarse»

Su salud no es la única que necesita recuperarse. «La profesión está en un momento muy complicado», diagnostica, «y la Asociación debe ser una voz que se escuche en defensa de la dignidad de la profesión, de sus derechos y de sus intereses, que están muy mermados». Casi retirada en un oficio en el que fue corresponsal de TVE en Londres y presentó el Telediario, por poner dos ejemplos, se declara entregada a la causa pero se niega a criticar a su rival. Prefiere disparar contra el gran enemigo: «Aprovechando la crisis, en su momento con motivo, se ha empezado a contratar a periodistas a unos precios intolerables. Se les somete a un trato indigno y hay que levantar la voz. Han sido subempleados y proletarizados», denuncia. El efecto es especialmente grave: «Es un oficio imprescindible en democracia. Para que una democracia sea tal, tenemos que tener un ámbito de ejercicio respetado y digno, para poder ser ecuánimes y cumplir nuestra función».

Una vez señalado el mal, falta hallar la cura. «Para empezar, debemos protestar y crear un clima de opinión que permita un respaldo al periodista». Victoria Prego no hace demasiadas promesas, sin embargo. No quiere un programa demasiado político. «En primer lugar, no he ganado las elecciones. En segundo, no sé hasta dónde llegaremos. Pero que la Asociación debe tener una voz más potente, de eso no me cabe ninguna duda».

¿Están peor los mayores o los jóvenes de las redacciones digitales, por ejemplo? «Ambos grupos necesitan la atención intensa de la APM y su amparo». Sobre el convenio con la Comunidad por el servicio médico, anuncia que en 2017 volveremos a estar «colgados de la brocha». «Vamos a intentar un acuerdo estable que nos permita planificar el futuro con cierta tranquilidad». A la Comunidad de Madrid también le interesa, porque 7.500 asociados más los cónyuges y los hijos son veintitantas mil personas que de repente desembarcarían en el sistema público de salud , que pagan y ahora no usan», resume.

Prego abrirá asimismo el debate de la creación de un colegio profesional. «Me comprometo a estudiarlo, pero los colegios exigen una titulación muy precisa y no permiten el servicio médico». ¿Era más difícil en los años de la transición? «No. Estábamos muy considerados y éramos respetados. Teníamos una libertad muy grande», dice. Ahora vivimos ruedas de prensa sin preguntas: «No deberíamos ni acudir. Es una pérdida de tiempo y de dignidad. A los periodistas los han tratado como carne de cañón, como personas sin criterio, como recaderos. No acuso a nadie, pero ha llegado el momento de levantarse».

Después de trabajar tantos años en TVE, ¿qué opina de su situación actual? «Ha perdido la primogenitura en los informativos y eso me parece un drama. Tienen el problema de la financiación. Cuando el gobierno anterior les quitó la publicidad les metió un rejonazo terrible. Ahora se amparan en los patrocinios. En fin, tienen un futuro muy difícil. Y luego está lo de siempre, la acusación de politización de las televisiones públicas, no solo de TVE, porque fíjate cómo está TV3. Es la bomba. Habría que acabar con ello».