El vicepresidente de EE.UU. se pasa al aconsejar no usar transporte público
Fiel a su merecida fama de hablar más de la cuenta, el vicepresidente de Estados Unidos aportó ayer una innecesaria dosis de alarma en la epidemia de gripe A(H1N1). Durante una entrevista de televisión, Joe Biden llegó a decir: «Yo recomendaría a mi familia - ... y ya lo he hecho- que ahora no vayan a ninguna parte en espacios reducidos. No es una cuestión de ir a México. Se trata de que si estás dentro de un avión y una persona estornuda, todo el avión queda expuesto».
Al margen de la respuesta muy medida planteada por la Administración Obama, el «número dos» de la Casa Blanca ha reiterado que «si uno está en mitad de un campo cuando alguien estornuda, eso es una cosa; pero si uno está en un avión, contenedor, coche o aula de clase, es una cosa diferente». Mensaje que nada tiene que ver con las directrices facilitadas por el gobierno de Estados Unidos, que lo último que desea en estos momentos es crear escenas de pánico y bloquear el tráfico aéreo o el transporte público en grandes ciudades.
Los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC) se han limitado por el momento a desaconsejar viajes no necesarios a México, evitar contacto estrecho con gente enferma, extremar la higiene en las manos y cubrir la boca cuando uno estornuda. Siguiendo estas directrices, al menos 160.000 estudiantes por todo el país se han quedado temporalmente sin clases.
Los últimos datos oficiales indican que ya se ha pasado el listón de un centenar de contagios confirmados, con casos que afectan a 16 de los 50 Estados de la Unión. La epidemia podría haber llegado también hasta Washington. Ya que un empleado del Banco Mundial y otro del gobierno federal han presentado síntomas sospechosos.
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