El verano «tardío» de este 2018 provoca un descenso en los ahogamientos

La mención a las olas de calor no es en vano, ya que la relación entre las altas temperaturas y el número de ahogamientos es directa. Durante el año pasado se vivió un verano atípico, en el que unas adelantadas altas temperaturas animaron a los españoles a lanzarse a las piscinas y playas antes de tiempo.

La cifra de ahogados superó las víctimas de los dos años anteriores (el registro tan solo se remonta a 2015) y también sobrepasa los ahogamientos que se han registrado en nuestro país en lo que va de año.

Según los datos proporcionados por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (Rfess), a fecha de 19 de agosto en 2017 los ahogados se elevaban a 357, mientras que este año han descendido hasta los 231 .

«El número de ahogados se mantiene cuando llega el buen tiempo. Como este año las temperaturas veraniegas no ha llegado hasta julio, durante el primer semestre del año han disminuido el número de víctimas», explica Isabel García Sanz , presidenta de la Rfess.

La presidenta asegura que durante este mes de agosto el repunte vuelve a ser patente y los datos lo avalan. Si en junio de 2017 fallecieron por ahogamiento 70 personas, en el caso de este año el número se reduce a 34. En julio ocurre los mismo, el año anterior hubo 95 ahogamientos, mientras que en 2018 fueron 60. Ahora, si se comparan las cifras de agosto (hasta el día 19), la diferencia es menor. En 2017 fallecieron 51 personas y en 2018 45.

«Las Islas Canarias suelen tener una cálida temperatura estable todo el año. Este año es la comunidad que más ahogados ha tenido por ahora», comenta Isabel García Sanz. Un reciente estudio de la plataforma para la prevención de ahogamientos «Canarias, 1.500 Km de Costa» afirmó que en Canarias el año pasado murieron más personas por ahogamiento (93) que en accidentes de tráfico (44).

En España no existe un recuento oficial de muertos por ahogamiento. Tanto la presidenta de la Rfess como Miguel Ángel Sánchez Arrocha , responsable del programa de playas de Cruz Roja Española denuncian la situación e instan a la creación de una estadística oficial por parte del INE.

«Se debería hacer un recuento igual que se hace de los accidentes de tráfico», dice Sánchez Arrocha. El responsable remarca la importancia de la existencia de esta estadística de manera oficial argumentando que es muy difícil determinar la causa de muerte de una persona ahogada : «Si estás dentro del agua y mueres de un infarto , se cuenta a esa persona como un ahogado pero es imposible estar seguros hasta que se hace una autopsia».

Aunque el foco mediático de las víctimas está sobre los menores que mueren ahogados, es muy superior el número de personas adultas (especialmente de más de 65 años) que fallecen por esta causa. «Cuando se tiene un accidente, normalmente ocurre por desconocimiento », afirma la presidenta de la Rfess. También, explica que muchas personas nadan, por ejemplo, en zonas peligrosas o con corrientes por falta de señalización.

Un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre ahogamientos asegura que es esencial a la hora de la reducción de la cifra de fallecimientos «las capacidades de las personas del entorno en socorrismo y reanimación ». Miguel Ángel Sánchez Arrocha no solo reafirma la necesidad de los conocimientos de primeros auxilios, sino que también reivindica la importancia los socorristas .

«El año pasado casi el 90% de los ahogados fueron en zonas en las que no había vigilancia y es un dato a tener en cuenta», explica el responsable de playas de Cruz Roja. García Sanz coincide en la importancia de la vigilancia en las zonas acuáticas, así como recuerda que el ahogamiento de un menor puede ser evitable con la vigilancia de un adulto.