La vacunación marca diferencias abismales entre países en la mortalidad por coronavirus

En la ola primaveral , la incidencia no llegó a los 250 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días; mientras que en esta ola veraniega , ha superado los 750, según los datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), que permite la comparación entre países. A pesar de triplicar los contagios, la mortalidad es sensiblemente inferior. En mayo, la tasa de mortalidad semanal se movió en torno a los 25 fallecidos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días; mientras que ahora, con el triple de contagios, se sitúa en 11, con datos del ECDC hasta el 1 de agosto. La mortalidad de esta quinta ola todavía no ha llegado a su pico, aunque, con las hospitalizaciones ya en descenso, todo indica que quedará lejos de las cotas alcanzadas en las olas previas.

En España, la incidencia acumulada en esta quinta ola ha sido superior a la de la segunda ola, en el otoño pasado; sin embargo, entonces, sin vacuna alguna, la tasa de mortalidad fue diez veces superior a la actual, hasta 105 fallecidos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. La letalidad ha descendido gracias al efecto de las vacunas, como ha ocurrido en otros países que ya han conseguido una amplia cobertura, a diferencia de lo que ocurre en el mundo sin protección contra el virus.

En Reino Unido , también con un alto nivel de contagios este verano tras el levantamiento de las restricciones, la situación es idéntica a la española. Los británicos avanzaron más rápido al comienzo de la campaña de vacunación; a finales de abril ya habían cubierto un 20% de su población, la de mayor riesgo, una cota que España no alcanzó hasta un mes más tarde, según datos de 'Our World in Data', repositorio de la Universidad de Oxford con estadísticas internacionales sobre la pandemia. En Estados Unidos , que logró ese nivel a principios de abril, también ha descendido drásticamente la mortalidad en comparación con los efectos de las olas anteriores. La cobertura vacunal en España , próxima al 60% con la pauta completa, ya es superior a ellos, con menor aceptación a la inoculación por parte de la población.

En el lado opuesto, la situación apenas ha cambiado para los países que todavía no han tenido acceso a dosis suficientes para proteger a su población contra el coronavirus. Sin vacunas , la subida del número de contagios ha tenido como consecuencia inevitable el aumento de la mortalidad. En algunos países, como Túnez , Indonesia o Namibia , con coberturas vacunales todavía por debajo del 10% de la población, incluso con cotas nunca vistas de contagios durante toda la pandemia. En la superpoblada Indonesia, con incidencias bajas durante toda la pandemia, la variante Delta ha multiplicado la dimensión de la crisis sanitaria.

En países aún con porcentajes insuficientes de vacunación, como Colombia , que alcanzó ese 20% a mediados de julio, o Rusia y Argentina , todavía por debajo de esa cifra, la mortalidad sigue siendo alta, a la espera de una mayor cobertura que rebaje la letalidad de las próximas olas.

Aunque la cuarta parte de la población mundial ya ha sido inoculada al menos una vez contra el coronavirus, el reparto es desigual por regiones del globo. En África, menos de un 4% ha recibido al menos una dosis, mientras que en Europa es el 50%, según los datos de 'Our World in Data'. En América del Norte, es el 49%, el 38% con la pauta completa; mientras que en América del Sur, el 45% tiene una dosis y el 21% ya las dos. En Asia, la cobertura con al menos una dosis ha alcanzado al 29% de su población.