La Universidad de Extremadura reconoce que los exámenes de Selectividad estaban «accesibles»

El rector indicó ayer que recibió un correo anónimo y una llamada telefónica avisando del problema, que también fue detectado por el servicio de informática. La universidad ha abierto una investigación para depurar « posibles responsabilidades internas o ver cuál ha sido la causa de este error ». Una de las hipótesis que se barajan es que la filtración pudo haber sido fruto de un error cometido por una funcionaria. «No podemos acusar sin pruebas. Es una de la hipótesis que se están barajando. El lunes se iniciará un procedimiento de información reservada, además la fiscalía de Badajoz está actuando», explicó Píriz a ABC.

Pese a haber puesto un «parche» al problema con la repetición de las pruebas, la Universidad reconoció que su responsabilidad «es grande» debido a que «no fue necesario articular ninguna programación sofisticada para acceder a la información», indicó Agustín Vivas, portavoz de la Univeridad. Vivas explicó que « habrá que depurar responsabilidades si es que hay alguien de la universidad que ha cometido un error , pero en ningún caso estamos escurriendo el bulto. Hay una información reservada y se está investigando», aseguró. Los exámenes, cuenta Vivas, estaban en un archivo pendiente de ser publicado, «en aras de la transparencia», una vez que los estudiantes los hubieran realizado. Ello los ha hecho «fácilmente accesibles y vulnerables». Ahora, asegura, toca averiguar «cómo se accedió ilegalmente a esos archivos». «A lo mejor las pruebas deberían haberse almacenado en un pendrive y no en la web, aunque estuvieran ocultas e inactivas». La Fiscalía de Badajoz, por su parte, decidió incoar diligencias de investigación penal para determinar si ha habido un presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos.

Las búsqueda de responsabilidades llegó también al terreno político. Fuentes de la Consejería de Educación señalaron a ABC que «la responsable de la guarda y custodia de las pruebas, así como de la logística de las mismas, es la Universidad de Extremadura. Por eso, desde la Junta de Extremadura y desde la Consejería de Educación y Empleo se está pidiendo que la institución haga una investigación exhaustiva, aclare lo sucedido, lo comunique y, por supuesto, depure responsabilidades».

Pero los estatutos recogidos en el Diario Oficial de Extremadura establecen que la composición de la Comisión Organizadora de la EBAU consta de cinco miembros de la Junta: el titular de la Secretaría General de Educación, el titular de la Dirección de FP y Universidad, el titular del Servicio de Inspección General de Educación, y dos funcionarios propuestos por la Secretaría. Entre sus funciones, según el mismo texto, está garantizar el secreto de procedimiento de elaboración y selección de las pruebas, así como su custodia.

Por ello la portavoz del PP de Extremadura, Gema Cortés , exigía ayer responsabilidades políticas y una investigación a fondo. « Es un poco extraño. Nos llegan informaciones que hacen pensar que hay algo que desconocemos », aseguró, para apuntar después a la Junta: «No puede ser que la consejera dé la directriz de que no se dé ninguna información y haya alumnos que ya supieran el miércoles por la tarde la filtración». Una de las denuncias anónimas recibidas por ABC aseguró el jueves que la Junta conocía la filtración, pero que no pensaba actuar a no ser que saliera a la luz. Una información que desmienten la Universidad y la Consejería. «No se ocultó información, la consejera sabía los problemas que había y solo pidió cautela», aseguraron desde la Consejería.

Mientras, las protestas estudiantiles se sucedieron ayer frente al Rectorado. Más de 30.000 personas habían firmado al cierre de esta edición una petición en la plataforma en Change.org en contra de la repetición de los exámenes. «Consideramos que este movimiento es impresentable y que sobre todo la Universidad de Extremadura no asume sus errores», dice el texto.

La ola de indignación de los estudiantes fue creciendo según pasaban las horas. En Badajoz, un grupo de alumnos pasó la noche del jueves encerrado, mientras que ayer por la mañana se produjeron protestas frente al Rectorado, en Cáceres. La crispación provocó que se cancelara la visita de Felipe VI al Campus, prevista para la clausura del Congreso «Carlos V, Vitoria y Erasmo en Yuste». Según explicaron fuentes de la Casa Real a Efe, era mejor « no interferir ».

Las disculpas de la universidad y el anuncio de que se hará cargo de los gastos de desplazamiento y manutención de los afectados no fueron suficientes. A media tarde, el Consejo de Estudiantes pedía ya la dimisión del rector.

La convocatoria de este año estaba envuelta en la polémica incluso antes de la filtración. La prueba de Lengua utilizó un editorial en el que se criticaba que la portavoz de Podemos Irene Montero hablara de «portavozas». Algo que el partido calificó de «machista». El rector ayer pidió disculpas al partido por el texto escogido y dijo que «no se ha hecho con mala intención».