Suecia se ve obligada a aumentar las restricciones por el coronavirus

El Gobierno rojiverde en Estocolmo –en minoría; con apoyo de centristas y liberales– que dirige el socialdemócrata Stefan Löfven informó ayer a medio día sus últimas cifras: 591 personas murieron por coronavirus, 438 pacientes están siendo tratados en cuidados intensivos y hay 7.693 infectados, la mayoría con síntomas leves. A pesar de ello, el país nórdico continúa manteniendo el menor número de límites de Europa dejando la responsabilidad en los ciudadanos aunque ha aumentado algunas restricciones como como el cierre de las universidades, la prohibición de reuniones de más de cincuenta personas y las limitaciones de movilidad internacional impuestas por sus vecinos.

En el país escandinavo las escuelas para niños de hasta 16 años permanecen abiertas , los ciudadanos siguen yendo a trabajar y el transporte público continúa funcionando con altas tasas de ocupación. Sin embargo y a pesar que no está en vigencia una obligación de confinamiento se ha llamado a la población a quedarse en casa. Así lo recomiendan las autoridades y el mismo rey Carlos XVI Gustavo (74): desde su confinamiento voluntario desde el castillo de Stenhammar, al sur de Estocolmo, el rey llamó el domingo en un mensaje televisivo a los ciudadanos suecos a quedarse en casa.

Un golpe de timón en la estrategia sueca por el cornavirus podría llegar sin embargo dentro de poco: el ejecutivo presentó este lunes un proyecto de ley al Riksdag (el parlamento sueco) en el que solicita poderes adicionales que podrían limitar todas las reuniones públicas o cerrar negocios: «Vemos la necesidad de poder actuar rápidamente si la situación lo requiere, en última instancia se trata de proteger las vidas humanas», ha comentado al respecto la ministra de Salud, Lena Hallengren. El proyecto de ley que se está discutiendo en el Riksdag y que solo otorgaría poderes adicionales por un período de tres meses , ha sido criticado por la oposición conservadora ya que la propuesta «carece de definiciones claras».

Löfven presentó una serie de medidas para mitigar el impacto del coronavirus en pymes y empresarios , entre las que destacan: avales públicos para préstamos a pequeñas y medianas empresas; reducción de las cotizaciones a la seguridad social de los empleadores entre el 1 de marzo y el 30 de junio, de modo que solo se pague la cotización de pensión de vejez; un descuento temporal en los alquileres a empresas de sectores afectados por el coronavirus como tiendas de bienes duraderos, hoteles o restaurantes; o permitir que los comerciantes autónomos puedan aplazar sus pagos de IVA correspondientes a primavera.