Los sismos siguen en El Hierro casi un año después del inicio de la crisis volcánica

Los movimientos sísmicos llevaron a desalojar en varias ocasiones a los vecinos de Frontera por el riesgo a desprendimientos tanto en el túnel que une este municipio con la capital de la isla, Valverde, como en las laderas de la montaña, y a los del pueblo pesquero de La Restinga , en El Pinar.

Desde entonces la población intenta recuperar la vida que llevaba antes de la aparición de los movimientos sísmicos pero no ha vuelto el turismo que viajaba a la isla para conocer su naturaleza terrestre y sobre todo sus fondos marinos.

La erupción volcánica submarina alteró la vida marina, que se recupera y la pesca volverá, e impidió el trabajo de los clubes y asociaciones de buceo, que no han remontado la crisis.

Una crisis que se inició poco después del 19 de julio pasado y que llevó a que el 10 de octubre se produjese una erupción volcánica submarina a unos cinco kilómetros de La Restinga y a unos mil metros de profundidad, en el mar de Las Calmas. Al día siguiente la alerta de riesgo volcánico en la que estaba la isla pasó a nivel rojo mientras se producía la primera evacuación del pueblo pesquero.

En los primeros días de noviembre el Instituto Geográfico Nacional registró movimientos sísmicos de hasta 4,4 grados en la escala Richter y además de cerrarse el túnel de Los Roquillos, que une Valverde y Frontera, se desalojó a los vecinos de once viviendas de la zona de las Puntas.

El 5 de noviembre se produjo la segunda evacuación de La Restinga y se percibieron columnas de vapor y cenizas varios metros por encima de la superficie del mar, mientras que tres días más tarde el volcán submarino provocó otro estallido de vapor y ceniza.

El seísmo de mayor intensidad se registró el 11 de noviembre, 4,6 grados, y tres días después se autorizó el regreso de los vecinos de La Restinga, para el 25 de noviembre anular las medidas de protección civil que había en El Hierro, ya que había estabilidad en el proceso. El semáforo rojo por riesgo volcánico se limitó a la zona de la erupción y el 28 de diciembre el volcán emitió de nuevo material y se observó un cierto burbujeo.

El 5 de marzo de este año el comité científico del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) dio por finalizada la erupción volcánica y se estableció que la cima del volcán submarino estaba a 130 metros de profundidad.

Aunque el proceso se ha dado por finalizado se mantienen las medidas de vigilancia científica y el Instituto Geográfico Nacional ha informado de que este martes se han registrado cuatro movimientos sísmicos, tres de ellos en las proximidades del municipio de Frontera y uno en las cercanías de Valverde.