La sexta ola, menos explosiva y con menor repercusión en hospitales
Los expertos piden no ignorar las señales de alerta para tomar medidas
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónA diferencia de las anteriores olas de coronavirus, la sexta no está siendo explosiva, sino que el número de contagios avanza de forma más lenta, así como su repercusión en la presión hospitalaria. Aunque el impacto será menor gracias al efecto de las vacunas, los ... expertos alertan de la necesidad de no ignorar las señales de aviso para no dilapidar el margen ganado gracias a la cobertura contra el Covid-19.
La incidencia acumulada ya supera en España los 200 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, según los datos del Ministerio de Sanidad. Desde que comenzó a repuntar, a mediados de octubre, ha tardado un mes y medio en rebasar esa cota. En ese periodo, las anteriores olas, mucho más explosivas, ya habían llegado a su pico. Incluso en menos tiempo. La anterior ola, la quinta, en verano, en 30 días ya superaba los 25.000 contagios diarios, mientras que en la actual, 45 días después de comenzar el repunte, ronda los 8.000 diarios, según los datos del Instituto de Salud Carlos III.
La ola, en cualquier caso, aunque lenta, avanza. Y su repercusión en hospitales y unidades de cuidados intensivos (UCI) también; aunque, de nuevo, a menor ritmo que las anteriores. En mes y medio desde el comienzo de la sexta ola, el número de hospitalizaciones está en 210 al día, mientras que en la quinta ola, a pesar de partir de puntos idénticos de hospitalización, en poco más de un mes rozaba el millar. El porcentaje de camas de hospital ocupadas por pacientes actualmente Covid está en el 3,18%.
Una situación similar ocurre con las UCI , actualmente en el 8,07% de ocupación. También al alza, su aumento es, de nuevo, más lento que anteriores olas. A pesar de partir en un punto idéntico de ingresos diarios que en la quinta ola, ahora, en mes y medio el número de ingresos diarios está en 22, mientras que en la anterior, en poco más de un mes rondaba los 90 al día.
En la quinta ola , la población mayor ya estaba vacunada, pero los sexagenarios estaban a la espera de la segunda dosis de AstraZeneca. La ola transcurrió en mitad de la vacunación de los jóvenes, que, todavía sin inmunizar, cargaron con la mayoría de los casos. A pesar de la menor gravedad del diagnóstico de los contagiados, la ola tuvo repercusión en la mortalidad. En un mes desde el comienzo de la ola alcanzó un pico por encima del centenar de muertos diarios. En la sexta ola, en ese mismo periodo, la mortalidad diaria por Covid está en una veintena. De nuevo, un avance más lento.
Presión asistencial
El Ministerio de Sanidad actualizó su sistema de alertas, el ‘semáforo’ , para ajustar los niveles a la realidad de una sociedad mayoritariamente vacunada, especialmente en las franjas de edad más vulnerables, los mayores. El umbral de riesgo muy alto pasó de 250 a 500 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Los umbrales en los indicadores de presión sanitaria se mantuvieron, además de incluir dos nuevos, la tasa de nuevos ingresos en hospital y en UCI. El foco se centró en la presión asistencial
Los expertos, no obstante, piden no ignorar las señales de alerta para no dilapidar el margen ganado con las vacunas y evitar muertes. «Es cierto que el número de contagios es menos importante porque no hay una correlación tan directa entre el número de contagios y las hospitalizaciones, pero sirven como señal de alarma y tenemos que prestarle atención», avisa el epidemiólogo Quique Bassat , investigador en el Instituto de Salud Global. «Ahora es el momento de actuar. Sabemos que está subiendo y no va a cambiar si no tomamos medidas proactivas . Porque, al final, pasará: si suben los contagios, subirán las hospitalizaciones y las muertes», advierte.
«Tenemos una situación epidemiológica envidiable en Europa gracias a la cobertura vacunal, pero estamos dilapidando ese margen. Estamos acostumbrados a olas explosivas, con colapso de la atención primaria y luego de los hospitales. Echo en falta una respuesta más ágil», lamenta Bassat. «Por desgracia, hay cierta tolerancia ya en la sociedad a los daños del Covid, pero es una estrategia suicida y no conveniente. Hay que aprender de los errores y reforzar el mensaje de que no se está dispuesto a seguir una estrategia que permita casos y muertes evitables», señala.
«Es previsible que el impacto de esta ola sea menor incluso que la quinta ola gracias a la vacunación, pero siempre hay que evitar las muertes que se puedan evitar. La pandemia continúa, y ya suben las estadísticas de hospitalización y UCI. Hay que tomar medidas para conseguir bajar la incidencia», coincide Joan Caylà , exjefe del servicio de epidemiología de la Agencia de Salud Pública de Barcelona y miembro de la Sociedad Española de Epidemiología. «La vacunación ha generado el efecto secundario de exceso de confianza; y es cierto que ha ido muy bien, pero no llegamos al 90% de la población, todavía hay millones de personas sin vacunar contando además a los niños», advierte.
«Ahora son fechas complicadas , con el puente y las navidades; pero hay que evitar la transmisión, con mascarilla, distancia, aforos en interiores, cumplir las cuarentenas y mejorar la cobertura vacunal. Hay que actuar rápido para no tener la atención primaria absorbida por el Covid; si no, en cuanto aumente la presión hospitalaria, no habrá más remedio que retroceder», apunta Caylà.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete