Los sexagenarios, más afectados en la quinta ola por la vacunación con AstraZeneca

La población joven, entonces todavía sin acceso a la vacuna, han sido los más afectados por esta ola. La mayor parte de los contagios se ha centrado en sus franjas de edad, especialmente entre los veinteañeros, aumentando su presencia también en los hospitales.La quinta ola, sin embargo, ha tenido también otro protagonista, los sexagenarios.

El porcentaje de personas hospitalizadas con edades comprendidas entre 60 y 69 años no ha descendido en la misma medida que otros grupos de edad que, como ellos, comenzaron la vacunación antes del verano. Mientras que los septuagenarios han pasado de ocupar el 19,7% de las camas en las anteriores olas al 8,7% en la actual, y los quincuagenarios han bajado del 18,0% al 10,4%, los sexagenarios suponen una anomalía y quedan en esta ola por encima de ambos, con un 13,3%, según los cálculos a partir de los datos del Instituto de Salud Carlos III .

En las unidades de cuidados intensivos (UCI), los sexagenarios siguen siendo mayoría, el 24,1%. Aunque el porcentaje ha descendido, debido al aumento de población joven ingresada, no lo hace en la misma medida que otros grupos vacunados antes del verano. En las anteriores olas, los septuagenarios fueron el segundo tramo de edad con mayor número de personas en UCI, el 26,8% de las camas; sin embargo, en la actual están, con el 9,5%, por detrás de sexagenarios, cuadragenarios, quincuagenarios, treintañeros y casi a la par que los veinteañeros.

Los sexagenarios, por el contrario, siguen siendo el grupo mayoritario en las UCI. Inoculados con AstraZeneca, su inmunización ha sido más lenta que otros grupos. Estaban a medio proteger cuando se levantaron las restricciones a finales del verano y se alzaba la quinta ola. Así, el día comenzó la relajación del uso de la mascarilla en exteriores, el 24 de junio, todavía faltaban 3,3 millones de personas mayores de 60 a 69 años sin la pauta completa.

A pesar de que el 93,5% de sexagenarios había recibido entonces la primera dosis, tan solo el 37,5% estaba completamente inmunizada, según datos del Ministerio de Sanidad . Mientras los sexagenarios esperaban su segunda dosis, avanzaba la vacunación de grupos más jóvenes, con menor riesgo. La cobertura completa de los españoles de 50 a 59 años estaba ya más avanzada que la de 60 a 69 años. El 65,6% de los quincuagenarios había recibido ya la pauta completa, casi el doble que los sexagenarios. Inoculados con Pfizer y Moderna, con intervalo inferior a un mes entre dosis, y la monodosis Janssen, su protección fue más rápida.

Ante la aparición muy rara de eventos trombóticos con el fármaco de AstraZeneca , la estrategia de vacunación española optó por restringir su aplicación a la población entre 60 y 69 años. Inoculados inmediatamente después de los septuagenarios, debían esperar 12 semanas para recibir la segunda dosis. Las comunidades autónomas decidieron en julio acortar el plazo un par de semanas ante el avance de la variante Delta.

AstraZeneca es, con diferencia, la vacuna más lenta para la inmunización , 99 días desde el primer pinchazo: 84 días entre la primera dosis y la segunda más 15 días para alcanzar la mayor eficacia contra el coronavirus, según los datos de la estrategia de vacunación de España, aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud , donde participan el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas.

La inmunización con Janssen es la más rápida. A los 14 días de su administración ya alcanza porcentajes altos de eficacia contra la enfermedad. Con Pfizer , la inmunización se completa en 28 días: 21 días entre la primera y segunda dosis más siete días para generar la inmunidad completa. Con Moderna , la inmunidad se completa en 42 días: 28 de intervalo entre dosis más 14 días en generar la inmunidad.

En cualquier caso, a pesar del largo lapso de protección a medias durante la quinta ola, el grupo de sexagenarios también se ha beneficiado del efecto de las vacunas. Durante el resto de la pandemia, de cada mil contagios en personas entre 60 y 69 años, 185 terminaban en el hospital, 30 en la UCI y 22 fallecían; en la quinta ola, de cada mil positivos en este grupo de edad, 68 pasan por el hospital, diez en cuidados intensivos y cuatro mueren.

Otros grupos de edad, protegidos más rápidamente, han mejorado sus registros en mayor medida. Así, mientras que los sexagenarios en la UCI se han reducido hasta suponer la tercera parte que en olas anteriores, y la letalidad supone una cuarta parte que entonces, en los septuagenarios es aún mejor. La población de 70 a 79 años ha pasado de contar con 40 ingresos en UCI por cada 1.000 contagios a 9 ingresos, cuatro veces menos; y de 75 fallecidos por cada mil casos a diez.

Todavía faltan 225.000 sexagenarios que no han recibido la segunda dosis. La cobertura con la pauta completa alcanza al 93,0% de la población de 60 a 69 años, mientras que han recibido la primera dosis el 97,1%. La incidencia acumulada , que durante todo julio estuvo a la par que la de los quincuagenarios, está descendiendo ahora más rápidamente y ya se sitúa en los 276 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.