Sellos invisibles, la nueva forma de luchar contra los acosadores en el metro de Tokio

Medidas como esta son necesarias en Japón, uno de los países donde el acoso sexual se ha convertido en el día a día de las mujeres cuando se desplazan a sus trabajos o a sus casas en transporte público. Un total de 1.750 casos de manoseo fueron registrados por la policía de Tokyo solo en 2017, más del 50% de los casos tuvo lugar en vagones de tren y otro 20% en estaciones. Un reciente estudio de Nikkei muestra que de 1000 mujeres trabajadoras, el 43% ha experimentado acoso sexual en Japón y un 75% ha sido «manoseada» alguna vez. Solo el 3% de la mujeres japonesas acosadas lo han denunciado a la policía, debido al miedo de ser avergonzadas públicamente.

Recientemente, Japón se negaba a reconocer la igualdad de género a raíz del movimiento global #MeToo, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que ocupa el último lugar entre los países del G7 en cuanto a igualdad de género y el puesto 110 de 149 países en el índice del Foro Económico Mundial que mide la igualdad de género.