El sacerdote que acompañó a Jonas, investigado por pederastia en 2015

Durante un campamento de verano en 2014, cuando era sacerdote en la parroquia católica San Pedro y Pablo del municipio de Dermbach, en el estado federado alemán de Turingia, Lindner examinó tras una excursión a dos niños para detectar la posible presencia de garrapatas adheridas a la piel. Una práctica para la que existen protocolos muy específicos establecidos por la Iglesia Católica y seguidos por los centros educativos. Ni profesores, ni monitores de tiempo libre pueden realizar ese examen , sino instruir a los niños para que revisen dsu propio cuerpo.

Fueron los padres de los dos niños los que denunciaron al sacerdote, mientras que el resto de familias testificó que no hubo abusos. La Fiscalía cerró finalmente la investigación sin imputar ningún delito, aunque amonestó al sacerdote por «no haber respetado las distancias».

Tras el incidente, Lindner abandonó esa parroquia, en la diócesis de Fulda, y fue destinado a la misión de lengua alemana en Canarias, en la parroquia de San Pedro y San Pablo.

Las autoridades españolas han aclarado que el sacerdote fue propuesto por el consulado alemán «como persona de su entera confianza», según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

Los abuelos maternos del niño, que no se harán cargo de Jonas a largo plazo, dieron su consentimiento sin viajar a la isla y sin conocer personalmente al sacerdote, para que fuera él quien visitase a Jonas en Tenerife, mientras esperaba el traslado , y acompañase después al niño en el viaje de vuelta a Halle.

El gobierno de Canarias, que tuvo la tutela del menor hasta el pasado jueves, no realizó comprobación alguno ni tuvo conocimiento de esos antecedentes, como tampoco tomó precaución alguna el juzgado de violencia sobre la mujer.