Así regulan en Europa el uso de las mascarillas

En las empresas que han vuelto al trabajo, en oficinas o en la calle (obras públicas) el uso de mascarillas es obligatorio, acompañado de guantes y ropa «apropiada».

En las oficinas públicas y otro tipo de instituciones (bancos) es obligatorio el uso de mascarillas .

Informa Francisco Chacón

Portugal dio por finalizado el estado de emergencia el pasado 3 de mayo y, desde el lunes 4, rige el estado de calamidad, que aligera el confinamiento y establece el uso obligatorio de mascarillas en los transportes públicos , en los edificios de la Administración o bancos, en restaurantes, cafés y comercios con una superficie de hasta 200 metros cuadrados.

Precisamente, se halla en vigor la reducción del IVA para máscaras y gel desinfectante, que ha descendido del 23 al 6%, al menos mientras dure la crisis sanitaria .

Desde este lunes 18 de mayo se han incorporado al plan de desconfinamiento progresivo las tiendas y restaurantes de entre 200 y 400 metros cuadrados. Y los alumnos de 11º y 12º año de enseñanza secundaria comenzarán a tener aulas presenciales, igualmente con la utilización obligatoria de protección en el rostro en todos estos casos.

El Gobierno socialista de Antonio Costa no había hecho uso de las sanciones, pero ahora las ha estipulado para quienes no lleven máscaras en esos lugares donde se exige: entre 120 y 350 euros.

Informa Enrique Serbeto

En Bélgica es obligatorio el uso de mascarilla en los transportes públicos y en los colegios que acaban de reabrir. Algunos ayuntamientos han impuesto la regla de que sea obligatoria en ciertas calles comerciales donde se suele concentrar mucha gente.

Para ello también han pintado en el suelo unas líneas de separación de metro y medio para que los clientes que no peuden estar en el interior de la tienda, puedan guardar cola con una separación preventiva.

Informa Ángel Gómez Fuentes

En Italia pasaron semanas desde que explosionó la epidemia de coronavirus , el 21 de febrero, hasta que la mascarilla se impuso de forma obligatoria en todo el país. Durante las primeras semanas cada región actuó con sus propias normas, en gran medida obligadas por las dificultades que encontraron para ofrecer la disponibilidad generalizada de mascarillas a todos los ciudadanos. Por ejemplo, ante la falta de reglas precisas, el 5 de abril el presidente de Emilia-Romaña anunció su intención de hacer una normativa para obligar llevar la mascarilla fuera de casa. El día anterior, Lombardía introdujo «la obligación al salir de casa de protegerse con mascarillas o con una bufanda». Por su parte, el Véneto no hacía obligatoria la mascarilla para salir de casa, pero sí debían endosarla los trabajadores en los supermercados y los clientes.

Hasta abril, la única norma general del gobierno era la obligación del uso de mascarilla para los que hacían trabajos frente al público y para los repartidores de comida a domicilio. Cuando los estudios demostraron que las mascarillas reducían los contagios del coronavirus más del 50 por 100, en los últimos decretos del gobierno se impuso de forma rígida la obligación de utilizarla siempre en lugares cerrados y también al abierto cuando hay dificultad para mantener la distancia social de al menos un metro, con multas hasta de 400 euros si no se respeta la normativa. Para facilitar el uso, el gobierno impuso el precio de 50 céntimos a las mascarillas quirúrgicas . Teniendo en cuenta que el precio real de la producción y la comisión de venta es superior a esa cantidad, el Ejecutivo abona la diferencia.