Una rebelión autonómica obliga a Sanidad a corregir su plan para reducir el consumo de alcohol

El plan para cuidar el corazón cuenta con más de 130 páginas, pero la polémica se ha desatado por tres únicos puntos. En la estrategia se pide que no se oferten bebidas alcohólicas en las cafeterías y máquinas expendedoras de las instituciones de la administración pública y todos los centros educativos, públicos o privados. También se llama a colaborar con establecimientos de restauración «para promover la dieta mediterránea como modelo de alimentación cardiosaludable, sin incluir en ella el consumo de alcohol ».

Y se complementa con una obligación que ya existía: que los establecimientos ofrezcan agua del grifo «por defecto» en los menús. Estas tres recomendaciones se han interpretado con un adiós definitivo al vino y la cerveza del menú diario de los bares y restaurantes. O con la prohibición total en cafeterías y comedores de Universidades y edificios públicos.

En resumen, como un ataque al vino y la cerveza, patrimonio de la cultura española. Incluso la propia presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso , subió una foto de una copa de vino en twitter con el siguiente comentario: «Un buen vino como el que los señores del gobierno nos quieren prohibir».

El Ministerio de Sanidad lanzó ayer un comunicado en el que aseguraban, sin matices, que estas noticias eran falsas. «La estrategia establece recomendaciones de hábitos saludables y no contempla prohibiciones de ningún tipo . Es falso que se vaya a eliminar de los menús del día bebidas como el vino o la cerveza».

No fue suficiente. A la ministra de Sanidad, Carolina Darias, le tocó apaciguar también a las comunidades autónomas. El temor a una regulación del vino fue casi el único tema de la reunión del Consejo Interterritorial de Salud celebrado ayer. Esta vez la oposición no llegó solo de las comunidades del PP. Castilla-La Mancha, La Rioja, Extremadura o Madrid, entre otras, pidieron a la ministra que cambiara la redacción «confusa» de esos puntos de la estrategia para evitar malas interpretaciones.

La Estrategia en Salud Cardiovascular se aprobó finalmente con el voto mayoritario de las comunidades autónomas y también con el compromiso de eliminar las dos referencias a las bebidas alcohólicas. El plan del corazón solo incluirá recomendaciones para «promover la dieta mediterránea como modelo de alimentación saludable », tanto en la restauración como en los edificios públicos y centros educativos.

También se pedirá que las máquinas expendedoras de centros educativos e instituciones públicas «oferten de forma que mayoritariamente se oferten productos saludables». Eliminan la petición de ofrecer «bebidas libres de alcohol», incluida en la redacción inicial del texto.

Con estos cambios se eliminan las posibles interpretaciones y se pone el acento en los productos cardiosaludables, «que es el objeto de esta estrategia », explicaron a ABC fuentes del Ministerio de Sanidad.

Los consejeros se quejaron de que se demonizaba el vino y la cerveza y no tanto los refrescos y bebidas azucaradas que también son enemigos del corazón.