Pozuelo y Níjar: pueblo rico, pueblo pobre

Pozuelo de Alarcón está considerada como una de las localidades preferidas por los ricos de nuestro país. Sus lujosas y seguras urbanizaciones –entre las que se encuentra La Finca–, la cantidad de servicios disponibles y las cuidadas zonas verdes son algunos de los factores que influyen en la decisión de los millonarios. También la tranquilidad .

En Níjar , cambian las urbanizaciones de lujo por explanadas cubiertas de plástico. Los invernaderos y el trabajo temporal son, en este caso, factores indicativos de la zona, que también destaca por sus salvajes acantilados, sus playas y su núcleo urbano, formado por casas unifamiliares en color blanco.

Situado al norte de Madrid, la población de Pozuelo de Alarcón asciende a 85.605 personas –los extranjeros tan solo representa a 6.696 de ellas, según datos de la Comunidad de Madrid, una cifra que se dispara en Almería–. De esta forma, según el informe de Indicadores Urbanos, la renta neta media anual por habitante es de 23.861 euros. «No viviría en otro lado que no fuera Pozuelo. Aquí se vive muy bien», cuenta María Isabel Oria, vecina de la localidad desde hace 51 años. «Por donde quiera que vayas hay zonas verdes, sobre todo para los perros», apostilla su amiga, Antonia García, frente al Ayuntamiento. De Pozuelo, donde llevan toda la vida, subrayan la tranquilidad.

A pesar del sosiego y la buena calidad de vida, las mujeres se quejan de los precios que hay en la localidad. «Son muy altos, tanto los de ropa como de alimentación», opinan las amigas, que continúan entre risas: «Yo voy al mercadillo de Majadahonda. En este compro poco, porque es mucho más caro», dicen.

El precio de la compra es otro quebradero de cabeza para los vecinos con salarios medios. «Una compra para 15 días, con dos niños, supera los 200 euros», afirma Óscar García , residente en la localidad.

Luis Pacheco , presidente de la Confederación del Comercio Especializado de Madrid (Cocem), coincide en los elevados precios de los productos, pero los justifica por la demanda que hacen los habitantes: «Son núcleos de población con un nivel adquisitivo alto que demandan un tipo de comercio excepcional , exigente y de servicios».

En este sentido, Pozuelo es también una de las ciudades con mayor proporción de gente ocupada en este sector, con un 94%. «Los clientes quieren una atención personalizada, huyen del autoservicio y valoran que se pueda satisfacer su demanda», afirma. La demanda de comercio especializado conlleva un aumento del precio. Al respecto, Pacheco puntualiza que «el cliente que busca la especialización no mira el precio». «El comercio es un fiel reflejo de la demanda de la población y adapta su oferta a ella», dice el empresario.

No solo La Finca y la Florida son las urbanizaciones que hay en la localidad madrileña. Pozuelo está formado por casas adosadas y decenas de edificaciones de pisos privados. Varias inmobiliarias de la zona indican a ABC que el precio de venta por metro cuadrado supera los 2.000 euros. «En los últimos seis meses, la cantidad ha registrado un descenso del 25%», informan.

La alcaldesa de Pozuelo, Susana Pérez Quislant, asegura que «aunque hay gente que tiene un alto poder adquisitivo, también son muchos vecinos los que no. Siempre me gusta recordar que gracias a esas personas y a su aportación, el Ayuntamiento puede tener unos servicios e infraestructuras municipales de primer nivel. Nos alegran las cifras, pero nos siguen preocupando las personas que aún se encuentran en una situación difícil».

El bajo desempleo es otro de los indicadores de Pozuelo. El porcentaje de personas en paro representa tan solo el 7,4%. «Aunque este es un dato fuerte oculta otra realidad: en Pozuelo hay dos núcleos de población con situaciones muy diversas y familias en situación precaria», afirma Ángel González, portavoz del PSOE.

Esta situación «oculta» que viven algunas personas al norte de Madrid es la realidad en Níjar. La localidad almeriense, marcada por la inmigración y el trabajo temporal, posee la renta per cápita más baja de España.

El municipio nijareño cuenta con la menor renta media anual por habitante, comparado con el resto de localidades mayores de 20.000 habitantes del territorio español. En concreto, la cifra económica por residente queda fijada en 6.264 euros . Una cuantía minúscula, pero que pugna con las de otros pueblos vecinos también con un enorme «esplendor agrícola» en Almería como Vícar, Adra o El Ejido.

Las condiciones del empleo y el nivel salarial son claves para explicar este indicador, ya que se registra una excesiva temporalidad marcada por la estacionalidad de la producción hortofrutícola , pero también por el turismo. En su conjunto, ambos sectores marcan los ingresos anuales de las familias. A ello hay que sumar la economía sumergida , que sigue estando muy presente en toda la provincia y que ha sido denunciada de formar reiterada por las organizaciones sindicales.

La revolución económica que trajo a estas tierras la producción intensiva de frutas y hortalizas no tiene su impacto en toda la población. Con más de cinco mil hectáreas de invernaderos, esta parte del «vergel» de Europa necesita de un gran número de personas para su desarrollo. En su mayoría son trabajadores temporales, con sueldos bajos , en una localidad donde la riqueza no se reparte y donde se constatan grandes desigualdades.

Según el padrón municipal de 2017, el número de habitantes alcanzó los 28.996. Un territorio que ha crecido en población debido a la inmigración, predominando como orígenes Marruecos , Argelia, Rumanía y otros países del continente africano. En su conjunto, suponen el 41% del total, más de 12.000 personas, aparte de los que no están censados y se encuentran en situación irregular .

Numerosas organizaciones como Almería Acoge , la Fundación para la Convivencia y Cohesión Social (Cepaim), las Mercedarias de la Caridad o Cáritas desarrollan aquí su labor. Ejemplo de ello, es el trabajo que realiza Cruz Roja en Níjar, principalmente con la población inmigrante que vive en asentamientos. «La renta es baja porque hay un gran número de extranjeros que desempeñan los trabajos menos cualificados y peor remunerados . La mayoría está en situación de desempleo o con empleos esporádicos de economía sumergida y en riesgo de pobreza», indican desde la organización. Durante 2017 atendieron a casi 3.000 personas en esta comarca.

Desde Almería Acoge, su presidente, Juan Antonio Miralles explica que «más del 90% de la población inmigrante que vive en Níjar trabaja como peón agrícola , con empleos discontinuos y pagados por debajo de convenio. Eso ha provocado que la renta haya bajado en toda la población. Da igual que vivan en poblados chabolistas o en viviendas, porque estas personas dejan de lado su bienestar para enviar dinero a sus familias y sobreviven como pueden».

Incluso, desde la Junta de Andalucía han anunciado un plan para actuar en esta comarca. En concreto, un plan específico en la barriada de El Barranquete para impulsar la economía social, la prestación de servicios, evitar desalojos de viviendas y favorecer el comercio local, al tratarse de una zona desfavorecida . Y es que, en 2017 se registró una tasa de paro media del 14,28%, con más de 2.094 personas re