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Portugal, condenado a pagar cuatro millones de euros a una familia española por una expropiación indebida

El proceso se inició hace 30 años y ahora el Tribunal de Estrasburgo falla a favor de los afectados, españoles residentes cerca de Lisboa

Francisco Chacón

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El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo (Francia), condena a Portugal a pagar cuatro millones de euros a una familia española residente en el país vecino a causa de unos terrenos expropiados hace 30 años.

El proceso se ha ido dilatando a lo largo del tiempo, pero los afectados no se rindieron y recurrieron hasta la última instancia, que ahora les da la razón.

El origen del conflicto se sitúa en la diferencia entre la valoración por expertos de la hacienda de 24.375 metros a nombre de la ya fallecida Pilar Moreno y la dotación real que percibieron hace nueve años sus hijos Francisco, Joaquín, Marta, Paloma, Francisca y Mercedes, quienes viven en Algés y en Cascais, es decir, en las proximidades de Lisboa.

Resulta que el Tribunal de Oeiras, igualmente cercano, estableció en 1992 una indemnización de 15 millones de euros en concepto de expropiación de los terrenos . Los familiares reclamaron tras esa cifra concedida por el Estado portugués porque tenían un informe que fijaba el valor global en más de 24 millones de euros.

De modo que los herederos continuaron litigando y, cinco años después, los jueces incrementaron el montante a casi 20 millones . Con todo, siguieron sin conformarse y por eso ahora obtienen la victoria total.

Esta circunstancia se traduce en que el Estado luso les debe cuatro millones de euros , más 400.000 por las costas de los sucesivos juicios y 21.000 por daños morales.

Los términos del documento final estipulan que Portugal ha violado los derechos adquiridos por estas personas en reiteradas ocasiones, lo que les obligó a «soportar una carga especial y exorbitante que rompió el equilibrio justo».

Además, queda claro para Estrasburgo que la excesiva prolongación del proceso ha perjudicado los intereses de esta familia española, pues como mínimo se imponía actualizar los costes con motivo de la inflación y la subida de las tasas.

Pilar Moreno había sido condecorada en 2012 con la Orden de Isabel la Católica por parte de la Embajada de España para recompensar su labor filantrópica.

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