Por qué cambia la fecha de Semana Santa

De esta manera, la Semana Santa siempre se celebra en función del Domingo de Resurrección que corresponderá al siguiente domingo después de la primera luna llena de primavera . Es por esta razón por la que las fechas de la Semana Santa no se ajustan todos los años de la misma manera, porque los ciclos lunares no tienen la misma periodicidad que el solar .

La razón de este desajuste se debe a varias razones. Una de ellas es que el equinoccio de primavera se suele situar entre los días 19 y 21 de marzo en el hemisferio norte, pero tampoco en una fecha fija. Como sabemos, la Tierra tarda 365 días y seis horas en dar una vuelta completa al Sol aproximadamente, así que el movimiento de traslación no coincide con el calendario gregoriano que utilizamos habitualmente. Para corregir esto, cada cuatro años se suma un día al calendario en lo que conocemos como años bisiestos.

Una vez sabemos cuándo es la primavera, aunque de una forma siempre aproximada se sitúa en el día 21 de marzo, podemos calcular la siguiente luna llena. Y es aquí donde se producen las principales diferencias año contra año, ya que las lunas llenas suceden cada 29,5 días aproximadamente , ciclo que no se ajusta al calendario gregoriano dividido por meses. Por esta razón la semana santa cae cada año en una fecha, porque la primera luna llena de primavera sigue sus propios ciclos independientes.

Que la Semana Santa se ajuste a este sistema de lunas llenas tiene su fundamento en que los cristianos para celebrar esta festividad acudieron a los evangelios para determinar la muerte de Cristo. Según esto, la muerte se produjo el día de la Pascua judía , festividad que se rige en función del calendario lunar. En el I Concilio de Nicea del año 325, se fijó que la Pascua se celebrase siempre en domingo , que no coincidiese con la Pascua judía y que solo fuera una vez al año. Así se llegó al acuerdo del primer domingo tras la primera luna llena de primavera.

Más recientemente, en el Concilio Vaticano II se trató este tema y se dijo que la Iglesia «no se opone a que la fiesta de Pascua se fije en un domingo determinado dentro del Calendario Gregoriano», por lo que no se descarta fijar la fecha de la Semana Santa en un futuro, siempre con la condición de que esta decisión se acuerde con las principales confesiones cristianas.