La Policía rescata a 270 chihuahuas y pomeranias «hacinados» en dos criaderos ilegales de Madrid

De momento los agentes han detenido a cinco personas : los dos líderes del grupo criminal, dos veterinarios y un experto informático que además se encargaba de las tareas de marketing para la venta de los perros. Todos son de nacionalidad española.

Se estima que llevan practicando esta actividad desde 1990 . Desde entonces consta que han vendido al menos 1.400 perros con pedigrí, ya que son los que estaban dados de alta en la Real Sociedad Canina de España. Según los cálculos de la Policía Nacional, los beneficios obtenidos superarían los dos millones de euros, sin contar la venta de los canes sin pedigrí.

Los detenidos, presuntamente, conformaban uno de los principales distribuidores de perros a nivel europeo y se enfrentan a un delito de maltrato animal, otro de pertenencia a una organización criminal y un tercero de falsifinación documental. Castro ha señalado que «el "modus operandi" se basaba en tres pilares básicos: una perfecta estrategia comercial, la colaboración con otras células en España y la ayuda de veterinarios».

En primer lugar, anunciaban los perros, que eran criados de manera ilegal en centros repartidos por todo el territorio español, a través de Internet. Además, contaban con el apoyo de un «experto informático» que colgaba los anuncios en la web y también en la página milanuncios.com . Y, por último, los veterinarios , que se encargaban de dar apariencia de legalidad facilitando a los líderes cartillas selladas, medicamentos o instrumental para implantar el chip.

«Los chihuahuas y pomeranias son muy susceptibles de su cría ilegal porque son muy caros», ha explicado Castro. Los detenidos vendían los perros «de raza» por 3.000 euros y aquellos que no tenían un certificado oficial por no estar inscritos en la Real Sociedad Canina, superaban los 1.300 euros.

La Policía no descarta más detenidos, ya que los animales eran distribuidos por toda la geografía española e incluso en Europa.

La investicación policial comenzó en enero de 2019 gracias a una denuncia anónima sobre el criadero ilegal de Meco . «Allí actuamos cuando la propietaria trasladaba o intentaba deshacerse de algunos perros, interviniéndose en ese momento doce animales», ha afirmado el comisario jefe Enrique Juárez.

Más tarde, los agentes detectaron que el lugar intervenido en Meco era una ramificación del que verdaderamente estaba criando ilegalmente perros. Fue en noviembre cuando la Policía consiguiío registrar un chalé en Arganda del Rey, centro principal de la organización y donde encontraron 258 perros hacinados.

Los canes se encontraban en un zulo construido también de manera ilegal y estaban repartidos en tres zonas: una de cría, otra en la que se encontraban animales que estaban listos para la venta y otra en la que se encontraban los que estaban listos para criar.

Como se puede ver en las imágenes, se encontraban enjaulados en espacios pequeños y en unas condiciones «deplorables», según Castro. En ocasiones había tres perros por cada jaula y los animales presentaban problemas articulares porque apenas podían moverse.

Además de la sección de las cuerdas vocales, las hembras destinadas a la cría habían sufrido cesáreas , amputaciones y tenían quistes en los ovarios. En el lugar se encontraron medicamentos y utensilios de uso veterinario, pero no anestesia, a pesar de que es necesaria para determinadas operaciones.

Los veterinarios tenían sus clínicas en Leganés y Moratalaz y los otros tres arrestados no tenían otra profesión que este criadero ilega. Los líderes de la organización eran un matrimonio. Un hombre de 56 años y su esposa de 59. Los perros se entregaban en mano o a través de empresas de paquetería.

Los animales rescatados se encuentran ahora bajo la custodia de varias protectoras de animales a la espera de la decisión judicial sobre su destino.