La Policía británica ordena el cese de las protestas de Extinction Rebellion

Desde su inicio, el pasado 7 de octubre, más de 1.400 personas han sido detenidas , de las cuales al menos 76 han sido imputadas por delitos como provocar daños materiales, obstaculizar carreteras o interrumpir la libre circulación de personas, y se espera que la cifra continúe en aumento. El lunes por la noche, tras la puesta en marcha del veto, la policía comenzó a desalojar a los manifestantes de Trafalgar Square, muchos de los cuales opusieron resistencia e incluso pegaron con cola sus tiendas de campañas al suelo.

El subcomisario de la policía metropolitana de Londres, Lawrence Taylor, explicó que la prohibición había sido impuesta debido a las infracciones cometidas según la Ley de Orden Público y a las graves interrupciones de servicios públicos y medios de transporte que han afectado a los ciudadanos. Además, agregó que «la operación policial continúa, y continuaremos tomando medidas contra cualquier persona que participe en protestas ilegales». En un comunicado, la policía señaló que «toda persona que no respete esta nueva restricción puede ser detenida y procesada».

Un portavoz del movimiento declaró a ABC que «el llamado a manifestarse no es solo en Londres, sino a nivel mundial» y que «ninguna manifestación pacífica debería estar prohibida en un país democrático, estamos ante una emergencia mundial y muchísimas personas apoyan la lucha que estamos dando».

En la misma línea se manifestó en su Twitter la eurodiputada ecologista Ellie Chowns, que fue detenida. «Esta noche me solidaricé con los manifestantes de Extinction Rebellion en Trafalgar Square. Ejercí mi derecho a protestar y fui arrestada junto a valientes activistas climáticos», manifestó. Posteriormente añadió en un vídeo que « las reglas han cambiado . Es intolerable, no se dio ninguna justificación, las manifestaciones eran pacíficas y se trata de una emergencia climática».

La acción policial ha sido condenada por oenegés, políticos, defensores de los derechos civiles y ambientalistas y el movimiento anunció que sus abogados tomarán las medidas necesarias para revertir la prohibición, que califican de «ilegal». Al respecto también opinó Sadiq Khan, alcalde de Londres: «Creo que el derecho a una protesta pacífica y legal siempre debe ser respetado. Sin embargo, las acciones ilegales de algunos manifestantes en los últimos días han ejercido una presión innecesaria sobre los agentes de policía ya sobrecargados».