Depuración de agua con juncos o lirios: barato y ecológico

Si bien estamos acostumbrados a grandes infraestructuras , plantas depuradoras que consumen gran cantidad de energía para conseguir que el agua contaminada vuelva a su cauce natural sin restos peligrosos, unos investigadores de la Universidad de La Coruña han conseguido diseñar y comercializar un sistema que perfectamente se puede destinar a las comunidades de propietarios, pequeñas empresas, o incluso fincas de particulares .

Los promotores de este sistema son David de la Varga, Marcos Vázquez, y el catedrático de la Facultad de Ciencias de La coruña , Manuel Soto . Y según nos cuenta David «todo surgió del grupo de investigación que formamos en el Departamento de Qúímica Ambiental». Tras 10 años investigando sobre los humedales y su aplicación en la depuración de aguas «surgió la idea de una spin-off y comenzamos a formar parte del vivero de empresas de la Universidad».

Así es como se creó Sedaqua , una empresa dedicada a la planificación, asesoramiento, montaje y mantenimiento de este tipo de depuradoras vegetales.

«Se trata de utilizar la propia vegetación para depurar las aguas residuales. Para ello, se construyen humedales con sistemas

de depuración natural», nos aclara David de la Varga, Director Técnico de Sedaqua. A grandes rasgos «lo que hacemos son lagunas o canales poco profundos (de menos de 1 m) plantados con vegetales propios de las zonas húmedas».

De este modo, lo que se nos viene a la cabeza cuando hablamos de una planta de tratamiento de aguas residuales se convierte en una parcela de junqueras y carrizos . Se pueden utilizar otro tipo de plantas, pero tienen que ser acuáticas y que resistan en terrenos muy húmedos «por ejemplo, lirios o espadañas , en función del adorno que se quiera poner»

Los procesos de descontaminación tienen lugar mediante la circulación del agua y sus interacciones con el sustrato sólido, los microorganismos, la vegetación e incluso la fauna.

La inversión inicial que necesita este tratamiento puede llegar a ser inferior al 50 por ciento en comparación con otros tratamientos que actualmente se están instalando en las empresas.

El mantenimiento es muy escaso , reduciéndose a comprobaciones periódicas de las tuberías y arquetas. Las partes finales, con agua ya depurada, pueden tener agua en superficie, para mejora paisajística y ecológica.

La lámina de agua está sumergida, con lo que se evita la generación de olores y la proliferación de insectos. Este nulo impacto visual puede llegar a convertir esta instalación incluso en un atractivo turístico.

Nos lo explica David de la Varga con una anécdota. «Una de estas depuradoras está instalada en una bodega de vino Albariño , Pazo de Señoráns, donde además de hacer vino también organizan e ventos, como bodas . Y no es la primera vez, según nos han contado, que les enseñan las instalaciones a las personas que van a visitar la bodega»

La primera de estas instalaciones la realizaron en el año 2002. Y da servicio a las cuatro casas que conforman una pequeña aldea al lado de Carballiño, en la provincia de Orense.

Los humedales irán combinados con un sistema de pretratamiento basado en digestores anaerobios hidrolíticos. En palabras más simples, nos cuenta el Director Técnico de Sedaqua que básicamente es «que mediante un tratamiento de bajo coste se eliminan las materias que se encuentran en suspensión en el agua, antes de ser tratada, para evitar atascos en el sistema»

Estos digestores también tienen escaso mantenimiento, ya que pueden cecesitar ser vaciados una vez al año . «Y estos resíduos se pueden compsotar o usar como sustrato agrícola»

Las depuradoras vegetales estarían especialmente indicadas apra pequeños municipios, de hasta 2.000 habitantes, nos cuenta David de la Varga , ya que «con la situación económica actual, muchas administraciones no se pueden permitir depuradoras de aguas tradicionales». Como ventaja adicional, ya que la inversión inicial peude llegar al 50 por ciento en comparación con otros sistemas, es que el coste energético es un 95% inferior .

Pero también se pueden instalar en hoteles, casas rurales , campings «o para comunidades de vecinos y fincas particulares». Estéticamente son como «los antiguos cañaverales» , y además no genera olores ni persencia de insectos, porque el agua queda tapada bajo la vegetación», nos aclara David.

En España, solo Cataluña y algunas zonas de Andalucía disponen ya de un número destacado de instalaciones de este este tipo , pero su coste y eficiencia harán que en muy poco tiempo se conviertan en un elemento muy habitual en fincas y jardines.