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Los perros alemanes pasearán por ley dos horas al día

La propuesta también estipula que los perros ya no podrán quedarse solos en casa todo el día por considerarlo una situación perjudicial para la mascota

Cuando el proyecto se apruebe, los perros deberán salir al menos dos veces al día REUTERS
Rosalía Sánchez

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Beate pasea a su perrita Joia, un simpático setter irlandés, bajo los centenarios árboles del Tiergarten de Berlín, a las siete de la mañana. «Salgo con ella todos los días, claro», se asombra por la pregunta, pero admite que «unos quince minutos por la mañana, antes de irme al trabajo, y algo más por la tarde, cuando tengo más tiempo », lo que supone que dentro de muy poco tiempo estaría infringiendo la ley. El proyecto de ordenanza del Ministerio Federal de Agricultura obligará en cuanto esté aprobado, entre otras cosas , a que «un perro debe poder hacer ejercicio en el exterior al menos dos veces al día durante un total de al menos una hora cada una de las veces ». Se trata de una filtración adelantada por el diario Rheinische Post que no deja indiferentes a los propietarios de los animalitos. «¿Y qué nos van a poner? ¿Una aplicación obligatoria en el móvil que vigile que cumplimos con los 60 minutos?», ironiza Robert, que acaba de soltar a su dogo para que husmee a gusto por ahí. El proyecto de normativa no especifica a quién se encargará la verificación y control de la norma, pero igualmente preocupa a los dueños.

El objetivo de la ordenanza es una mejor protección para millones de perros en Alemania . La propuesta de la ministra de Agricultura, Julia Klöckner, que pertenece a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, también estipula que los perros ya no podrán quedarse solos en casa todo el día por considerarlo una situación perjudicial para la mascota. Según el reglamento, un cuidador debe «cuidar al animal varias veces al día». Klöckner justifica con «nuevos conocimientos científicos sobre las necesidades de los perros» estas decisiones. Los animales deben recibir «un grado suficiente de movimiento y contacto con los estímulos ambientales», dice. Mantener perros permanentemente atados con una cadena o correa estará completamente prohibido y también se planean requisitos más estrictos para los criadores . Solo podrán cuidar de un máximo de tres perras con cachorros al mismo tiempo. Los cachorros deben tener una temperatura de al menos 18 grados en las dos primeras semanas de vida y se les deberá permitir hacer ejercicio al menos una vez al día.

Merece la pena aclarar que Alemania ya era considerada el paraíso de los perros antes de que a Julia Klöckner se le pusiese entre ceja y ceja mejorar sus condiciones de vida. Aquí los perros pueden ir en metro, autobús o tranvía. Los de tamaño mediano y grande pagan billete, aunque tarifa reducida. Pueden entrar en restaurantes, cafeterías, centros comerciales, o tiendas, no de alimentación, pero sí de ropa. Solo tienen categóricamente prohibido entrar en los cementerios, a excepción de los perros guía . Tanto en el mar como en los lagos hay playas reservadas para ellos y, si tienes perro y te quedas en paro, te aumentan el subsidio para que puedas seguir comprándole la mejor alimentación y llevarlo regularmente al veterinario. Es obligatorio registrarlos en el ayuntamiento, llevar siempre encima su documentación y un seguro de responsabilidad civil que se llama Hundehaftpflichtversicherung y que cuesta unos 35 euros al año. Por tener perro hay que pagar impuestos, dependiendo del distrito, unos 120 euros al año. Y si el perro es de una raza considerada peligrosa, tendrá que pasar un examen de buena conducta y obtener un certificado. Aparentemente, la situación regulatoria estaba bajo control. Pero la pandemia ha tenido como consecuencia que muchos dueños de perros, especialmente las personas de más edad, han reducido voluntariamente sus salidas al exterior para evitar riesgos, y se ha detectado un deterioro de las condiciones de vida de las mascotas, que, por cierto, pueden pasar test de coronavirus a voluntad de los dueños. De ahí que la ministra haya considerado necesario regular las salidas y el tiempo en la calle. El cambio regulatorio es trascendente, en e sentido de que dos paseos al día para estirar las piernas serían también muy beneficiosos para los a menudo sedentarios habitantes de Alemania, pero no hay regulación para ellos, por lo que los perros comienzan a gozar de más derechos que las personas.

«Bueno, tampoco hay que exagerar», se queja de esa apreciación Dora, jubilada junto a una Schnauzer llamada Lan, «la diferencia es que las personas salen cuando quieren, pero los perros dependen de la voluntad de su dueño y hay que protegerlos de personas que no entienden la responsabilidad de tener un animal a tu cargo». «A mí me toca sacar al perro lunes, miércoles y viernes, mi hermana lo saca martes, jueves y sábados. Mi madre se ocupa los domingos», dice Jan, apresurado por volver a poner el collar a su Golden Retriever porque llega tarde al colegio. El chico, no el perro. «¿Tendré que madrugar una hora más para que Tana pasee 60 minutos por la mañana?», pregunta, atónito, «pero si es de noche buena parte del año... hasta Tana se quejaría si pudiera!».

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