El pediatra reconoció siete veces al hijo de Juana Rivas sin sospecha alguna de abuso

El texto, de 28 páginas y al que tuvo acceso ABC, parte de que la resolución de Piñar –con «escabrosas» afirmaciones, critica– es «injusta», está «inmotivada» y no es un «acto aislado» , sino que «se enmarca en un contexto de decisiones judiciales» que revelan «su falta de parcialidad y animadversión». «El hecho de que tardara en dictar sentencia menos de siete horas en un asunto de gran complejidad técnica es indiciario de que su decisión estaba tomada antes de que se celebrara la vista», señala. Y si rebate dos de las tres razones que le llevaron a denegar la suspensión de la pena, pues el letrado asegura que Rivas se ha arrepentido y recuerda que no hay sentencia ni procedimiento en España o Italia que apunten que ha reincidido, el grueso del recurso se destina a la tercera:los abusos de los que el juez ve «indicios» y sobre los que, afirma, «se ha echado tierra encima».

Para rebatirlo, el recurso repasa todos los hitos de las diligencias que abrió un juzgado de Granada para investigar si el menor había sufrido abuso después de que una forense dejase escrito que no se podía «descartar» que la «pequeña» lesión que presentaba fuese consecuencia de ello. Esas diligencias las cerró primero un juez por falta de autor conocido pero tras un recurso de Rivas, la Audiencia Provincial las remató no por eso, sino por falta de indicios.

«Pisoteando la presunción de inocencia y las más elementales reglas procesales, el señor Piñar reinterpreta algunos documentos de esa causa (aquellos que le interesan) y atribuye responsabilidades gravísimas, de las que hace derivar un grave peligro de abusos sexuales para los hijos de la señora Rivas . No tiene en cuenta el dolor que puede provocar esa tajante e irreflexiva afirmación carente de respaldo», dice el recurso.

Explica que en contra lo que decía el juez no fue el colegio del niño el que detectó problemas, sino Rivas, que «llevo a su hijo al pediatra en siete ocasiones antes de estos hechos como consecuencia del estreñimiento que padecía». Fue la última vez cuando, «reinterrogado el niño, refiere que alguien le ha hecho daño». Le derivó a Urgencias «para valoración». Era abril de 2017 y se puso en marcha el sistema de protección. La mencionada forense que vio al niño «recomendó» una exploración psicológica y física, por lo que se abrió causa y Rivas entró como acusación, como después haría el padre.

Los expertos de la parte psicológica, tras varias evaluaciones en mayo, concluyeron que no había «indicadores psicológicos relacionados con una presunta violencia sexual» , pero faltaba la parte física. El juez dice que no se hizo porque Rivas se llevó a los niños. El recurso expone que se acordó citarles el 31 de agosto, pero Arcuri «se marcha a Italia con los menores, en coche, la madrugada del 30».

«En su peculiar reinterpretación del proceso archivado», dice el recurso, el juez habla de «imágenes espeluznantes» . Invita a los magistrados de la Audiencia a analizar las fotografías de exploración del menor y hacerlo «en color». «Creo que de tal aseveración se deduce que el señor Piñar no ha cambiado un pañal en su vida», señala el recurso del abogado Carlos Aránguez.

La Fiscalía de Granada también ha recurrido la decisión de Piñar, cuyas «apreciaciones» reduce a comentarios «puramente personales». Entiende que se dan los requisitos para que Rivas salga en libertad, máxime cuando Italia ha permitido que los niños pasen la Navidad con ella. Mientras, Instituciones Penitenciarias le ha concedido una pulsera telemática y ya no duerme en el centro de inserción.