el investigador colombiano, en madrid
Patarroyo probará la «vacuna definitiva» contra la malaria en año y medio
El investigador colombiano denuncia en Madrid un acoso «ecológico, económico y científico» a sus investigaciones

Hace 25 años desarrolló la primera vacuna de la malaria. No era perfecta, pero entonces era la única esperanza. Ahora con otra vacuna prometedora en el horizonte (la del laboratorio GSK que prueba el español Pedro Alonso), Manuel Elkin Patarroyo vuelve a probar suerte. Lo hará con un nuevo prototipo de vacuna sintética que ya ha demostrado un 90% de eficacia en monos, según explicó en una charla que el investigador colombiano dio en Madrid, invitado por el Instituto de Salud Carlos III.
Con estos resultados, Patarroyo quiere probar suerte y demostrar que su segunda generación de vacuna también funciona en humanos. Lo hará dentro de año y medio, cuando «sea prácticamente perfecta». Sus conejillos de indias volverán a ser un grupo de voluntarios, reclutados de las fuerzas militares colombianas, tal y como hizo hace 25 años.
El investigador está convencido de que será la «vacuna definitiva» contra la malaria, pero prefiere avanzar con cautela. La mayoría de las vacunas de la malaria dejan de ser efectivas porque el parásito que causa la enfermedad, el «Plasmodium falciparum», tiene una poderosa capacidad para mutar y cambiar. «La nuestra cubre todos los campos de variación. Estamos absolutamente seguros que tendremos los mismos resultados obtenidos en monos».
A partir de un año y a embarazadas
La única duda del investigador es que su fármaco pueda ser utilizado en bebés. Su propuesta es vacunar a los niños a partir de un año , cuando su sistema inmune esté maduro y «coordinado». Para cubrir a los recién nacidos, propone vacunar a sus madres, en el sexto mes de embarazo, para que al nacer estén protegidos por la inmunidad materna.
Precisamente la vacuna más avanzada hasta la fecha, la que prueba el epidemiólogo Pedro Alonso en África, acaba de obtener sus peores resultados con niños recién nacidos. Sobre este bache de la «competencia», Manuel Patarroyo también habló y con la misma cautela: «Nadie debe alegrarse del fracaso de otro grupo . Les deseo la mejor suerte, nosotros vamos por nuestro lado y con una metodología distinta». Aunque recordó que no pasó lo mismo cuando él la probó en bebés y también tuvo malos resultados.
Sin fondos
El científico colombiano, que compartió con el auditorio su trayectoria en torno a la malaria, se declaró perseguido durante estos últimos años. «He sufrido asedio ecológico, económico y científico». Recordó cómo los ecologistas le han llevado a los tribunales por la utilización de monos en sus investigaciones, sus trabajos son rechazados en revistas cientñificas y el Gobierno colombiano le ha retirado fondos.
El laboratorio de Patarroyo también recibe fondos españoles, de la Agencia Española de Cooperación. La ayuda española también se ha recortado en un 40%, pero el investigador no protesta: «Lo entiendo y no lo critico en un momento como el actual porque España está viviendo una crisis muy dura de la que estoy seguro que saldrá».
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