Un párroco impide a un joven homosexual ser padrino en el bautizo de su sobrina

El párroco, según sus palabras, le denegó tal papel en el bautizo de la niña por su «orientación sexual». «Los homosexuales que viven en pareja y públicamente manifiestan su amor no tienen el derecho de apadrinar a un ser querido bajo el sacramento del bautismo», expone Alejandro Rodríguez Portillo parafraseando al sacerdote.

Francisco Javier, el párroco de esta iglesia, ha manifestado que la denuncia de Alejandro Rodríguez Portillo es cierta «en parte», porque no tiene nada contra «su persona» , pero aclara que «la Iglesia dice claramente que las relaciones homosexuales son «un pecado grave y no permite las relaciones entre personas del mismo sexo». «Yo sólo digo lo que la Iglesia enseña», apunta, al tiempo que avisa de que ser padrino va más allá de «transmitir la fe» e implica la asunción de «la moral de la Iglesia y un modo concreto de vivir».

Según ha explicado el sacerdote, le comunicó al jóven que podría serlo siempre que viviese en unas determinadas condiciones, de forma coherente a la fe y las costumbres de la Iglesia. «Yo estoy dispuesto a seguir hablando con él y ponerle en contacto con el Arzobispado o el vicario», afirma el párroco, quien asegura que le gustaría encontrar una solución al asunto.