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Una pareja de ancianos muere de coronavirus cogidos de la mano y con solo unos minutos de diferencia

Curtis y Betty Tarpley, casados desde hace más de 50 años, también pasaron juntos sus últimos momentos de vida

Imagen del matrimonio celebrando 50 años de casados Twitter

ABC

Curtis y Betty Tarpley se vieron por vez primera cuando coincidieron en clase en la escuela secundaria de Illinois (Estados Unidos). En el aula, rodeados de apuntes, se conocieron y se enamoraron perdidamente el uno del otro.

Tras casarse, decidieron formar una familia y tuvieron dos hijos. El mes pasado, 53 años años después de darse el «sí, quiero» , el matrimonio murió a causa del coronavirus cogidos de la mano y con solo unos minutos de diferencia.

Ocurrió en un hospital de Texas, relatan sus familiares a la CNN. Betty, de 80 años de edad, llevaba enferma varios días cuando sus hijos la llevaron al Hospital Metodista Harris Health Texas Fort Worth y descubrieron que tenía Covid-19 .

Ingresó el 9 de junio y su esposo, de 79 años de edad, corrió la misma suerte dos días más tarde.

Sin embargo, al poco tiempo, Curtis comenzó a mejorar . Tanto era así, que las enfermeras llevaban al anciano a visitar a su mujer para que pudiera pasar más tiempo con ella.

La salud de Betty, por su parte, empeoró y los médicos que se encargaban de su caso avisaron a sus hijos de que le quedaba poco tiempo. «Solo grité "¡No!". Y pensé: "Tengo muchas otras cosas que hacer en esta vida que quiero mostrarles y no estoy listo"», declaró uno de ellos a la cadena.

Fallecieron con solo unos minutos de diferencia

Pero las malas noticias no habían acabado para la familia. Pese a la mejoría que estaba experimentando, los niveles de oxígeno de Curtis se desplomaron poco después de conocer el estado en el que estaba su mujer.

«Realmente siento que a él le gustaba luchar porque se suponía que debía hacerlo», confesó su hijo. «Creo que luchó porque pensó que el equipo lo necesitaba, pero también estaba cansado y sufriendo ».

Antes de que ambos falleciera, el muchacho pidió a una enfermera que organizara un encuentro entre ambos . Blake Throne, una de las trabajadoras de la UCI donde estaba Curtis, consiguió trasladar a Betty a la misma zona para que ella y su esposo estuvieran al lado.

«Sus ojos se abrieron y sus cejas se alzaron», relató la empleada. «Sabía lo que decíamos. Sabía que ella estaba allí ». Y aunque no contaba con fuerzas suficientes para mirar a su compañera de vida, el equipo médico puso la mano de Betty sobre el brazo de Curtis para que pudiera sentirla.

«Sinceramente, creo que estaban tan incapacitados que todo lo que podían hacer era hablar con sus almas o algo así, un lenguaje especial no hablado», aseguró su hijo. «Obviamente se conocían lo suficientemente bien como para poder comunicarse sin palabras».

Betty murió 20 minutos después y Curtis la siguió unos 45 minutos más tarde sin soltarla en ningún momento de la mano .

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