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«Parece que lo único importante en el mundo educativo lo hacen solo Finlandia, Corea o Singapur»

El español Mariano Jabonero se pone al frente de la Organización de Estados Iberoamericanos para recordar el enorme potencial educativo, cultural y científico de Iberoamérica

Mariano Jabonero, durante la entrevista con ABC Isabel Permuy
J. G. Stegmann

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Se licenció en Filosofía y en Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó en el Ministerio de Educación, asesoró a la Unesco, trabajó con Unicef, fue docente y autor de artículos y conferencias en los que la educación e Iberoamérica ocuparon el primer plano. No se trata de presentar el curriculum del español Mariano Jabonero, sino de dejar constancia de no es precisamente experiencia lo que le falta al nuevo secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos. El madrileño asumió el pasado 1 de julio el cargo y este martes ha presentado su nuevo puesto con objetivos muy claros (como todos sus argumentos) y también ambiciosos, pero, a su juicio, no imposibles: mejorar la educación, la ciencia y la cultura de Iberoamérica.

Al aceptar el nombramiento dijo que entre los principios inspiradores de la actividad futura de la OEI estaba mejorar la educación. Suena bonito pero difícil. ¿Cómo se mejora la educación?

Es difícil y ambicioso, pero posible. Nuestra actuación al trabajar sobre ello no es de francotirador. Es prioritario mejorar la calidad en términos de equidad e inclusión. Para ello, es fundamental la educación infantil; es decir, de 0 a 6 años ya que supone, incluso en términos económicos, una inversión con gran retorno social. En segundo lugar, un niño que tiene una buena educación tiene un pronóstico de futuro muy favorable. Y la segunda cuestión que priorizo son las competencias para el siglo XXI. Es decir, las que los chicos que están en la escuela ahora van a necesitar para trabajos que aún no existen como son las científico-tecnológicas, las comunicativas, el buen manejo de la lengua propia y una extranjera, las digitales y las no cognitivas: ciudadanía, valores, tolerancia, solidaridad, etcétera.

Hay países que no lo saben hacer solos y recurren a la OEI. ¿Es bueno que tengan que «delegar» una labor tan importante en un organismo externo?

Depende para qué. Cuando son proyectos innovadores lo normal es recurrir a agentes externos. La inversión ha sido creciente pero los resultados no han sido buenos. Hay que pensar no solo en invertir más sino mejor.

¿España también necesita aportación de la OEI aunque no sufra de situaciones tan conflictivas como el resto de Iberoamérica?

La OEI ha tenido una colaboración importante con ministerios y comunidades como Madrid, Castilla y León, Extremadura, Asturias o Andalucía. Lo importante es que la OEI ponga en valor el trabajo de toda la región iberoamericana. Le voy a poner un ejemplo: el país del mundo que más ha crecido en PISA es Perú y no se sabe.

«El país que más ha crecido en Pisa es Perú, graicas a su apoyo a la escuela rural y a sus programas de lectura»

¿Qué ha hecho Perú?

Una política buena y sostenida, con un apoyo muy fuerte a la escuela rural y con programas de lectura. Otro caso curioso es el de Portugal. Es el país que más ha avanzado de toda Europa en calidad educativa pese a estar con una situación económica crítica.

La OCDE publicó recientemente un informe, «Profesores en Iberoamérica» y decía que Portugal había acertado gracias a la evaluación del profesorado…

Los elementos de éxito son su currículo: le dan gran importancia al Portugués y a las Matemáticas. Por otra parte, el profesorado ha tenido mucho apoyo y respeto. Y, en tercer lugar, la escuela pública está muy prestigiada. Pero esto no es exclusivo de Portugal. En Castilla y León ha pasado algo parecido y son los quintos del mundo. En esta comunidad se evitaron los conflictos en las aulas, se apoyó a la escuela rural, al profesorado y, además, los proyectos han tenido un seguimiento en el tiempo. Somos, en general, una región que ha avanzado mucho y pese a ellos sufrimos cierta «pseudocolonización pedagógica». Parece que lo importante en el mundo es Finlandia, Estonia, Corea, Singapur... Hay que ser consciente de que cada uno tiene su realidad y en las regiones se están construyendo buenas prácticas.

Habla de «pseudocolonización pedagógica» de países como Finlandia o Corea. ¿No es bueno mirar al que lo hace bien?

Sin duda. Es bueno saber lo que hace el otro pero no para copiar. Son contextos diferentes. Sí es cierto que no hay una cultura única donde funcione bien el sistema educativo. Por el contrario, un país que invierte mucho en educación y tiene resultados bajos es Luxemburgo. La joya de la Corona se gasta un dineral y nada…

«De países como Finlandia o Corea tenemos que aprender que la educación es prioridad nacional y que el profesor es un personajes socialmente apreciado»

No le gusta comparar, pero ¿cómo podrían inspirarnos Perú, Finlandia, Corea o Singapur?

En que la educación es prioridad nacional. Que el profesorado es un personaje socialmente apreciado, muy cualificado y evaluado. Y que el director de una escuela es el líder y que esa escuela rinde cuentas a la sociedad.

Pedagogos, psicólogos y maestros dicen que en España la profesión está cayendo en picado, que ni alumnos ni padres respetan a los docentes…

Creo que el docente en España tiene alta apreciación. Pero sí es cierto que la escuela ha perdido pautas de autoridad y ha entrado en una crisis. Era la única depositaria del saber y ahora no lo es.

Pese a ello, Pedro Duque animó a que se dé más importancia a lo que transmiten nuestros maestros…

Antes el profesor era transmisor de conocimiento. Ahora tiene que fomentar otras cosas. Cuando se encuesta a los empleadores para saber qué valoran de los candidatos dicen que no es el oficio, sino el razonamiento lógico-matemático, el trabajo en equipo, el respeto, la puntualidad, la corrección en el trato.

«La escuela ha perdido pautas de autoridad y ha entrado en una crisis. Era la única depositaria del saber y ahora no lo es»

¿Eso no tiene que venir de casa?

Sí, pero también de la escuela. Aunque también ha sido demasiado generosa y eso le ha jugado en contra. Cuando se decía que había que enseñar educación sexual, pues bien; cuando se dijo que había que enseñar ecología, pues bien ¿Pero todo? ¿No puede ocurrir que colapse la escuela?

¿Qué hay que hacer en el ámbito universitario?

Construir una región que integre y donde los títulos académicos tengan validez más allá de las fronteras de un país, que no haya problemas con las convalidaciones.

¿Qué otras cosas hay que hacer en la universidad aparte de la movilidad?

Vincularla con el mundo de la investigación y de la empresa. Hay dos inversiones sociales que tienen un retorno en el PIB muy por encima de lo que se invierte y que es la I+D y la cultura.

¿Le parece bien que hayan creado un Ministerio de Ciencia?

Sí, muy bien. La ciencia es tan importante que merece una entidad propia, como la cultura.

¿Qué hay que hacer para mejorar la cultura?

Destaco en este sentido la Carta Cultural Iberoamericana y, junto a ella, la necesidad de promover la diversidad cultural de la región, una de sus mayores riquezas.

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