El Papa regala una rosa de oro a la misma Virgen que rezaba la madre de los Castro

En otros tiempos, esas rosas se conferían también a dignatarios de la Iglesia, para distinguirlos, pero también para recordarles las responsabilidades asociadas al ser cristiano, recuerda el padre Bernd Hagenkord desde La Habana. El círculo de los que recibían rosas de oro se fue ampliando a reyes, príncipes, abadías y santuarios. Actualmente, solo los santuarios son objeto de esa predilección. Benedicto XVI ha entregado rosas a la Virgen en los santuarios de Altötting (Alemania), Mariazell (Austria), Fátima (Portugal) y Aparecida (Brasil). El último en la lista ha sido el de la Virgen de la Caridad.

La rosa no es el único regalo especial en este santuario cubano. Juan Pablo II donó una corona de oro, con la que había entronizado a la Madre de Dios. Ernest Hemingway , Nobel de Literatura, le dedicó su premio a la virgen, en 1954, su título. Fue robado, hallado y ahora está a salvo. Entre las famosas dedicatorias destaca la placa de una madre que pedía a la Virgen de la Caridad que mantuviera a sus hijos a salvo de la guerrilla . Los nombre de sus hijos: Raúl y Fidel Castro.