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A bordo del avión papal

El Papa lamenta el «aire de división» en Cataluña, Escocia y el «Brexit» en la Unión Europea

Advierte que «la secesión lleva a una balcanización»

JUAN VICENTE BOO

Comentando la salida del Reino Unido de la Unión Europea , el Papa Francisco ha lamentado en el vuelo de regreso de Armenia a Roma que «hay un aire de división, no solo en Europa sino también en de los países: Cataluña, el año pasado Escocia… Estas divisiones, no digo que sean peligrosas, pero es necesario estudiar bien las cosas, buscar soluciones viables, antes de una división».

Como ya hiciera en otra conferencia de prensa en vuelo, Francisco recordó que «todos nuestros países americanos llegaron a la independencia por emancipación de la corona de Madrid, Lisboa, París, Londres, Ámsterdam, etc. mientras que la secesión, como Escocia, lleva a la balcanización».

Como es lógico, el Papa hablaba en términos teóricos, sin entrar en las razones de cada preferencia política, pero subrayando que «para mí la unidad es superior al conflicto . Aun así, hay maneras distintas de unidad. Para la Unión Europea, la fraternidad es mejor que la enemistad o el distanciamiento. Los puentes son mejores que los muros».

Las mujeres, «muy valiosas»

En su largo diálogo con los periodistas que le han acompañado en el viaje a Armenia, Francisco lamentó que muchas personas hubiesen exagerado la importancia de su decisión de crear una comisión histórica para estudiar el papel de las diaconisas en los primeros tiempos del cristianismo.

Aunque tiene sobre su mesa de trabajo la lista de nombres propuestos para formar parte de esa comisión, el Papa subrayó el punto esencial: "el pensamiento de las mujeres es muy importante, porque ven las cosas de modo distinto a los hombres", y eso requiere que sean escuchadas en todos los temas.

En ese contexto insistió en que «es más importante el modo de ver las cosas de la mujer que la función que desarrolla. De hecho, las religiosas e incluso las ministras laicas desarrollan hoy tareas más valiosas que las antiguas diaconisas, por no hablar de las teólogas o las profesoras de teología en las universidades. O la comisión consultiva de teólogas que el Papa ha creado en el Pontifico Consejo de los Laicos, «que ahora se está reformando» en el reajuste administrativo de la Curia vaticana.

Benedicto XVI, «un hombre recto»

En respuesta a una pregunta sobre algunos comentarios poco claros realizados por el jefe de la Casa Pontificia de Francisco y secretario privado de Benedicto XVI, Georg Gaenswein, el Santo Padre recordó que «Benedicto es el Papa emérito, y ayuda a la Iglesia con su oración».

De modo rotundo afirmó que su predecesor «protege mis espaldas con su oración. El 28 de febrero de 2013 prometió obediencia a quien resultase elegido, y lo ha hecho. Es un hombre de palabra, recto, recto, recto».

Recordó también que, al principio de su pontificado, cuando algunas personas iban a visitar al Papa emérito para quejarse del nuevo modo de actuar, Benedicto XVI «les echó fuera, con ese modo bávaro, educado, pero les echó fuera».

En tono muy afectuoso, adelantó que este martes, en la celebración del 65 aniversario de la ordenación sacerdotal «en que estará también su hermano Georg porque se ordenaron juntos», piensa decir algo sobre «este gran hombre de oración y de valentía, que es el Papa emérito, no el segundo Papa, y que es fiel a su palabra, que es un hombre de Dios, muy inteligentey para mí es el abuelo sabio en casa».

Pedir perdón a los homosexuales

Como ya hiciera en su primera conferencia de prensa, Francisco volvió a subrayar la importancia de tratar a las personas homosexuales con el respeto que aconseja el Catecismo de la Doctrina Católica.

En ocasiones, muchos cristianos no lo han hecho, y deberían pedir perdón por eso, lo mismo que por tantos otros abusos, como la explotación de los pobres o las mujeres, «por haber bendecido tantas armas» o por el modo en que algunos sacerdotes «golpean» a los fieles.

No habrá discurso en Birkenau

En general, el Papa daba respuestas muy largas y muy matizadas a cuestiones que ha tratado ya en ocasiones anteriores, con visible preocupación por evitar que sus palabras sean manipuladas, una vez más, por quienes quieren sacarlas de contexto.

La única novedad ha sido el anuncio de que el próximo mes de julio, cuando vaya a Cracovia para la Jornada Mundial de la Juventud y visite el campo de exterminio de Birkenau, no pronunciará, a diferencia de Juan Pablo II y Benedicto XVI, ningún discurso.

Francisco explicó que la conmemoración del centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914 la hizo visitando en silencio un enorme cementerio militar en el norte de Italia.

Añadió que, del mismo modo que el sábado, en Ereván, «mantuve el silencio» en l a visita al Memorial del genocidio, «querría visitar ese lugar de horror sin discursos, sin gente, sin saludos a personas. Ir solo, y pedir al Señor me conceda la gracia de llorar».

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