El Papa invita a los periodistas a comunicar uniendo verdad y misericordia

Precisamente pocos minutos antes había publicado por primera vez en sus cuentas de Twitter e Instagram un mensaje escrito de puño y letra para responder a sus seguidores en las redes sociales. «A ti, que desde la gran comunidad digital me pides bendiciones y oración, quiero decirte 'tú serás el don precioso en mi oración al Padre' y no te olvides de rezar por mí para que sea siervo del Evangelio de la Misericordia», escribe @pontifex.

Durante el rezo del Regina Coeli en el Vaticano ante miles de peregrinos, en su breve catequesis sobre el Evangelio del domingo, el Papa Francisco ha recordado el episodio de la Ascensión de Jesús al Cielo. «El relato nos muestra la reacción de los discípulos. No actúan con dolor ni confusión. Regresan a Jerusalén, sin miedo a la ciudad que había rechazado a su Maestro, que había visto la traición de Judas y la negación de Pedro», ha recordado.

«Desde aquel día, para cualquier discípulo de Cristo ha sido posible vivir en cualquier ciudad del mundo, también en las más heridas por la injusticia y la violencia, porque están siempre bajo el mismo cielo, y pueden alzar la mirada con esperanza», asegura Francisco. «Jesús es un hombre auténtico, y está en el Cielo, esa es nuestra esperanza», ha añadido saliéndose del texto que llevaba preparado.

«También nosotros hoy tenemos que decir que Cristo está vivo y está con nosotros», ha pedido el Papa. «Es lo que tenemos que mostrar con palabras y sobre todo con nuestra vida normal después de ir a la iglesia los domingos. Mostrarlo en nuestra casa , en nuestra oficina, en lugares de encuentro y de diversión, en hospitales, en las cárceles, en los asilos de ancianos, donde se concentran emigrantes, en las periferias», ha concluido.

El buen tiempo en Roma ha facilitado que miles de peregrinos se acercaran a la plaza de San Pedro para participar a mediodía en este breve encuentro semanal. Francisco ha visto que había muchas familias, y como en Italia se celebra el día de la madre , las ha felicitado con un aplauso.

«Recordemos con gratitud y cariño a todas las madres . A las que están en la plaza, y a la de cada uno; a las que están entre nosotros, y a las que ya están en el Cielo». Y para poner en práctica inmediatamente el consejo, ha pedido a todos que recen un avemaría por ellas.