¿Por qué con el Papa Francisco y no con los Papas anteriores?

El interés del Papa Francisco por hablar con el Patriarca Kiril y abrir el ansiado proceso ecuménico de diálogo es evidente. Las diferencias doctrinales entre católicos y ortodoxos son pequeñas, y enorme la muralla psicológica que les separa, en gran medida por falta de trato. Pero ¿por qué acepta ahora Kiril el encuentro, después de haber rechazado las ofertas enviadas sucesivas veces por Juan Pablo II y Benedicto XVI?

En primer lugar porque el Patriarca de Moscú se siente en cierto modo en deuda con Raúl Castro. El presidente cubano cortejó a Kiril en fechas recientes invitándole, por ejemplo, a consagrar una iglesia ortodoxa en el puerto de La Habana para los 15.000 miembros de la comunidad cubana que hablan ruso. La cita con el Papa Francisco, durante la escala de este en La Habana en su viaje pastoral a México, coincide felizmente con la gira latinoamericana que Castro ha organizado para el Patriarca Kiril y que comienza en Cuba.

Pero la clave de la aceptación del encuentro es religiosa y profundamente humanitaria. Tanto el Papa como el Patriarca de Moscú llevan mucho tiempo denunciando con acentos dramáticos la persecución de la comunidad cristiana en países en conflicto , de modo muy especial en Oriente Próximo. Irak y Siria contaban con milenarias comunidades de católicos y ortodoxos que están siendo masacradas por la acción del fanatismo yihadista -y la inacción política de Occidente-. El encuentro entre Papa Francisco y el Patriarca Kiril abrirá el camino al diálogo ecuménico, pero en el corto plazo permitirá sumar fuerzas para garantizar la supervivencia del cristianismo en el islam.