El Papa pide fidelidad a sus colaboradores en la Curia vaticana

En un encuentro con la nueva hornada de diplomáticos de la Santa Sede, el Santo Padre dijo que «hoy quisiera llamar vuestra atención precisamente sobre la virtud de la fidelidad, que expresa muy bien el vínculo especial entre el Papa y sus directos colaboradores, tanto en la Curia romana como en las Representaciones Pontificias», las nunciaturas y delegaciones apostólicas.

Sin necesidad de referirse a los acontecimientos tristes de las últimas dos semanas, el Papa insistió en que la fidelidad «adquiere un carácter particular para los que trabajan en la Santa Sede, desde el momento en que ponen al servicio del Sucesor de Pedro buena parte de sus propias energías, su tiempo y su ministerio cotidiano».

Benedicto XVI agradeció explícitamente «la ayuda que recibo cotidianamente de muchos colaboradores de la Curia romana y de las Representaciones Pontificias, así como también el apoyo que me llega de la oración de innumerables hermanos y hermanas de todo el mundo».

En su discurso a la nueva promoción de la Pontificia Academia Eclesiástica -la escuela diplomática de la Santa Sede-, el Papa insistió a los futuros nuncios y secretarios de nunciatura en que deben fidelidad también a las comunidades católicas de los países a los que se les envía.

Eso significa «acompañarles en los momentos alegres y tristes, a veces incluso dramáticos de su historia». La tradición es que cuando todos los diplomáticos se van, el nuncio se queda en su puesto, como sucedió en Belgrado y como sucedió en Bagdad durante meses de bombardeos.