El Papa invita a imitar la valentía de san Juan Bautista ante el poder político

Al terminar la catequesis sobre la fiesta del día –el martirio de san Juan Bautista-, el Papa se reunió en el gran patio interior de la residencia de Castel Gandolfo con 2.600 monaguillos venidos de toda Francia, a quienes animó a realizar muy bien su tarea de preparar los altares y ayudar en las ceremonias.

Los dos encuentros tuvieron, como siempre, un tono muy familiar y distendido, típico de los meses de verano. Aunque se le notaba una cierta dificultad para caminar, y lo hacía a pasitos cortos, Benedicto XVI tenía buen aspecto al cabo de dos meses de ritmo de vida más tranquilo en Castel Gandolfo, donde está ultimando los discursos para su viaje al Líbano dentro de dos semanas.

En su catequesis a los peregrinos, el Papa subrayó que «Juan el Bautista testimonió con su sangre la fidelidad a los mandamientos de Dios, sin ceder o dar marcha atrás, cumpliendo su misión hasta el final».

A diferencia de los mártires cristianos de siglos sucesivos, la autoridad política no había pedido a Juan el Bautista que renegase de su fe, sino que simplemente dejase de recriminar la conducta del rey. Según el Papa, su negativa a callarse o a mentir es un ejemplo para todos pues «la verdad es la verdad, y no hay compromisos».

Benedicto XVI participará este fin de semana en el encuentro anual con sus antiguos alumnos de tesis doctoral, que este año estudiarán el tema del ecumenismo y, específicamente, las relaciones con luteranos y anglicanos. Entre los ponentes figuran un obispo luterano y un pastor evangélico.