El Papa agradece al rey de Bahréin la inauguración de la gran catedral de Nuestra Señora de Arabia

La grandiosa catedral de Nuestra Señora de Arabia, con capacidad para 2.300 fieles sentados , es ahora el mayor templo católico en la península arábiga, una región donde los cristianos, en su mayoría trabajadores extranjeros, ha alcanzado poco a poco records históricos.

Con la inauguración de la nueva catedral -de planta octogonal que recuerda las tiendas de los beduinos y con la supervisión artística de Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal- la iglesia de la Sagrada Familia en el Desierto, situada en Kuwait, pasa a ser sencillamente concatedral.

La nueva catedral de Nuestra Señora de Arabia ha sido construida sobre un terreno donado hace años por el rey de Bahréin, quien visitó por primera vez al Papa Francisco en 2014 para mostrarle la maqueta, ha vuelto a visitarle el pasado mes de febrero cuando el templo estaba ya casi terminado y ahora le ha invitado a visitar «pronto» el país, en una posible gira por el Golfo ya que otros países quieren también recibirle.

El monarca inauguró personalmente la catedral el pasado nueve de diciembre como señal pública de aprecio por la minoría católica, que representa un diez por ciento de la población del país.

Se trataba de la inauguración civil de las modernísimas instalaciones, que incluyen la residencia del vicario apostólico -equivalente al obispo en territorios no declarados formalmente como diócesis-, un centro de formación y zonas de acogida.

La consagración del templo ha sido realizada por el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, prefecto de Evangelización de los Pueblos, quien ha entregado personalmente al rey una carta del papa Francisco en la que manifiesta «aprecio y agradecimiento» al tiempo que «elogia el interés de Su Majestad el Rey en reforzar las relaciones entre las diversas religiones y culturas».

Hamad bin Isa Al Khalifa sumó espontáneamente su reino a la histórica Declaración de Fraternidad Humana firmada en 2019 en Abu Dhabi por el Papa Francisco y el Gran Imán de la Mezquita de Al Azhar, Ahmed al Tayyeb, principal líder religioso islámico.

Con la notoria excepción de Arabia Saudí, buena parte de los estados de la península cuna del Islam no solo toleran la presencia cristiana y permiten el culto sino que ayudan cada vez más en la construcción de los templos, en terrenos donados casi siempre por los reyes o emires.