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El oscuro negocio que se esconde detrás de algunas ofertas de trabajo en la red

Muchas jóvenes, tras interesarse por determinados puestos, se encuentran con propuestas para ser citas de compañía o amantes

Muchas de los anuncios ofertados en la web están lejos de ser lo que prometen ABC

N.S./M.G.P.

Marta tiene 24 años. Hace más de 15 meses que está en paro y encontrar un trabajo es una verdadera carrera de fondo . Igualmente, no se rinde: está apuntada a todas las páginas de anuncios laborales que existen en España. El problema es que quienes están detrás de muchos de esos portales de búsqueda de empleo se aprovechan de las necesidades de los usuarios para realizar auténticos engaños. Un día descubre una propuesta en la aplicación para móvil Job Today que encaja perfectamente con su perfil: «Marketing. Buscamos chicas jóvenes con ambición y ganas de dirigir un negocio. Si vas a trabajar duro que sea para ti». Entonces se decide a comenzar una conversación, a la cual le responden pidiendo su número y le dicen que prefieren contarle más detalles del puesto por teléfono. ¿Y el trabajo ? Prostituirse, nada menos .

Aunque parezca un caso aislado, es una situación con la que muchas chicas jóvenes –de entre 18 y 26 años - se encuentran casi a diario en España. Son varios los anuncios que prometen trabajos de comercial, en Marketing, Comunicación o, incluso, como recepcionista. Sin embargo, lo que les espera a estas mujeres tras aplicar a la oferta es bastante incierto, incluso alarmante .

«Si eres chica de entre 18 y 26 años y quieres ganar grandes cantidades reales semanales (1.200 euros), escríbeme sin compromiso». Este es otro de los avisos encontrados en Job Today. Y es que hoy en día, cuatro de cada diez mujeres menores de 25 años se encuentra en paro, lo cual es un caldo de cultivo para todos estos negocios que presentan este tipo de trabajos como algo en blanco, aunque de legal no tienen nada.

Aviso encontrado en la aplicación móvil de búsqueda de trabajo Job Today ABC

La conversación

No contestan a números privados ni de empresa, necesitan llevar un control de números para tratar personalmente a sus «empleadas». Una vez que se llama, y tras 15 minutos de conversación, no queda registro de que esta charla haya sucedido. Al otro lado del teléfono se encuentra Marcos, el encargado del primer contacto con las potenciales trabajadoras . «Buscamos chicas con carácter, a los clientes les damos caña», anticipa.

Tras Marcos se encuentra una de las empresas promocionadas en el portal de ofertas laborales. En su web -que recientemente ha desaparecido, como por «arte de magia»-, la firma indica que es una compañía que «da soporte a otras empresas de publicidad que están emergiendo», en la cual se gana mucho dinero y para la que buscan gente «muy cualificada» . Aunque enseguida el interlocutor ofrece la «alternativa» real del anuncio. «Hay otra rama de trabajo que es para citas de compañías, de amantes », subraya, y para la cual recomienda la página web Universex .

Entonces, en ese momento, es cuando la mayoría de las chicas se sienten engañadas y, algo que no sospechan, están siendo víctimas de un delito . Sin embargo, si se sigue preguntando para saber si se ha visto el anuncio correctamente, el encargado asegura que se trata de «una compañía de citas y esta firma es la encargada de gestionar la publicidad orientada a captación de chicas y clientes potenciales ». Asimismo, tras investigar por las distintas webs en busca de perfiles, se detecta que en la página de «publicidad» anteriormente figuraba una lista de chicas entre las que poder elegir para futuras citas. Ahora, para ver estos perfiles se necesita acceder a Universex .

¿Cómo se fija el precio?

Una de las primeras cuestiones que se encarga de aclarar el intermediario es que el servicio a ofrecer no se trata sólo de sexo . «Nuestros clientes están pagando 400, 300 o 150 euros por una hora de tu tiempo, independientemente de que haya sexo o si únicamente es para hablar». No obstante, unos minutos más tarde, el interlocutor se contradice al señalar que la cita con el cliente se produce necesariamente en un hotel : «Los encuentros solo se realizan en hoteles o en suites por horas directamente. Vas a un sitio controlado por nosotros, nos da más confianza que el de la suite sea amigo nuestro y que si necesitas algo, esté ahí apretando un botón», destaca.

Cuando se le vuelve a preguntar por el precio del servicio, Marcos señala que son dos factores los que inciden: la predisposición a hacer lo que quiera el cliente y el físico. «Dependerá de la tarifa que te ponga el personal de staff. No podemos pedir 400 euros por una chica que no haga nada, porque ahora las modelos de Benetton a 200 euro s la hora salen como churros », cuenta. Además de añadir que «trabajamos con chicas universitarias , que a lo mejor solo pueden quedar una hora al día o tres a la semana».

Otro de los anuncios engañoso ABC

Finalmente, el intermediario aclara que el servicio realizado no tiene una tarifa fija . Sin embargo, en la página figuran unos requisitos que las trabajadoras deben comprometerse a cumplir en lo que aparece como un «contrato». Pero, en términos legales, «no puede serlo ya que es jurídicamente inadmisible que el tráfico sexual retribuido pueda regularizarse vía contrato de trabajo, además de tratarse de una actividad ilícita», tal y como afirma una abogada laboralista consultada por ABC.

Denuncias por todo el país

Todas las víctimas afectadas por este tipo de avisos engañosos no dudan en manifestar su sorpresa y, posteriormente, algunas de ellas lo informan a las unidades responsables de investigar este tipo de fraudes. «Recibimos muchas denuncias que dicen ser un trabajo como masajistas, secretarias de dirección e incluso empleadas del hogar para ayudar a discacitados. Sin embargo, son anuncios trampa ». Así lo confirman fuentes policiales consultadas por ABC.

«El tema de la prostitución tiene un tratamiento especial en el censo ya que, como no está reconocida como actividad laboral, se trata de un ámbito ilícito que se opone a las leyes y a la moral, tal y como recoge el artículo 1275 del Código Civil», aporta la abogada. Estas denuncias se recogen a través de la red social Facebook de la policía, en las propias comisarias o en la página web de trata de seres humanos. De hecho, las fuentes policiales aclaran que las se reciben «desde todos los puntos de España», además de que «todas las empresas señaladas son españolas ».

Contratos de trabajo

Cuando se le pregunta por la firma de un contrato, el propio encargado de la selección de las chicas de compañía asegura que «no es necesario, es todo bastante discreto ». No obstante, después de cada encuentro, realizan una evaluación para conocer cómo ha sido el encuentro con el cliente . «Se te asignaría un responsable con el que sería obligatorio reunirse para tomar un café y así evaluar todos tus encuentros ».

Entre las irregularidades del asunto, una de las que llama la atención es que, en caso de impuntualidad , la firma se queda con parte del pago del cliente. De hecho, esto se destaca como un requisito importante en el «contrato» puntualizado en la página: «Si una cita se cancela debido a que la amante llega tarde al encuentro, la amante tendrá que abonar la parte correspondiente a la empresa por el trabajo realizado ( el 50% )». Marcos lo desmiente y afirma: «Para nada. Eso no creo ni que venga en la web, y sino esa parte dudo que sea nuestra». Y es que este trabajo, en términos legales, consiste en una « explotación que no se puede incardinar dentro de una relación laboral pues constituye un delito regulado en el Código Penal», añade la abogada laboralista. Y es que en el artículo 188 se castiga al que se lucre explotando la prostitución de otra persona aun teniendo su consentimiento expreso.

Imagen del «contrato» de trabajo que ofrece una de las empresas ABC

Fraudes y delitos penales

La normativa vigente no establece que el contrato de trabajo tenga que ser necesariamente escrito, sino que cabe la existencia de un contrato «verbal» desde el momento en el que las partes dan su consentimiento. Ahora bien, esta relación laboral que nace de un contrato, sea escrito o verbal, conlleva un requisito fundamental para tener ese valor: alta del trabajador a efectos de cotización en la Tesorería General de la Seguridad Social.

El modelo de «contrato» que describe la empresa en su página web «no constituye un contrato, sino unas condiciones ilícitas de cómo realizar un trabajo completamente ilegal y no regulado », asegura la abogada laboralista consultada por ABC. En conclusión, y derivada de esta actuación encuadrada en el Código Penal , hay unas responsabilidades del «explotador» dado que, al no estar regularizadas laboralmente , todo beneficio que obtengan « no se declara y, por lo tanto, existe una actuación de fraude de cara a la agencia tributaria ». Además, se trataría de un delito «fiscal, el cual se tipifica en el ordenamiento civil y penal», apunta.

Los anuncios de este estilo se eliminan rápidamente de Internet, por lo que muchas de estas personas no llegan a realizar la denuncia. Aunque lo mejor es querellarse ante la unidad de fraude y estafas de la Policía. Este tipo de situaciones están a la orden del día. Se trata de avisos que juegan con el vocabulario y que se valen de un mercado de trabajo precario para reclutar personal para ofrecerle luego otra clase de servicios . Servicios que lejos están de ser lo que prometen : «Esto es como quedar con un chico en una discoteca y que te paguen».

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