Mayor Oreja pide a Europa que no se resigne a la «moda del desprecio a la vida»

Bajo el lema «No nos resignamos en defensa de los no nacidos», Jaime Mayor Oreja inauguró el primer encuentro de asociaciones europeas en derecho a la vida de los no nacidos, que se celebró en Bruselas auspiciado por un grupo de eurodiputados de diverso signo político. Han participado una treintena de organizaciones de 22 países comunitarios.

«Es una reunión inédita por la dimensión de los convocantes y la dimensión de los convocados y detrás de ella está fundamentalmente la idea esencial de no resignarse respecto de lo que significa una moda dominante en Europa de desprecio a la vida», afirmó Jaime Mayor Oreja. El objetivo es también «el deseo de introducir una modificación, un cambio de actitud personal , un cambio de tendencia a la hora de no avergonzarnos juntos los europeos por defender unos valores que comparten muchos europeos».

Cada una de las asociaciones realizó un diagnóstico de la situación del derecho a la vida en los distintos países de la UE y de las iniciativas que se están adoptando en cada uno de ellos.

«No se trata de dar una mera batalla ideológica sobre el concepto de la vida», advirtió el italiano Mario Mauro, «sino de describir también las buenas prácticas que pueden ser un ejemplo para todos para defender la vida y que se pueden dar en todos aquellos sectores -como el sanitario, el del trabajo o el de las ayudas a las familias- en los que el debate sobre la vida pueda transformarse en una estrategia que coloque al hombre de nuevo en el centro de la sociedad».

El eurodiputado italiano Carlo Casini anunció la presentación en breve de una iniciativa ciudadana europea «en defensa de la vida humana», aprovechando que el próximo 1 de abril entrará en vigor la posibilidad de utilizar esta fórmula para que los ciudadanos reclamen el lanzamiento de una legislación europea en determinadas materias, si cuentan con el apoyo de más de un millón de firmas procedentes de al menos siete países de la UE .

«En sustancia, esta iniciativa busca que las instituciones europeas interpreten el derecho la vida y el respeto a la dignidad humana que están en los Tratados desde el momento de la concepción y, en consecuencia, en el uso de los fondos que tienen a su disposición en el campo de la sanidad, en el campo de la ayuda al desarrollo o de la investigación científica, no sirvan a la destrucción de seres humanos no nacidos », concluyó.