ABC Dos españolas en el imperio del 'sexting'
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Onlyfans

Dos españolas en el imperio del 'sexting'

Cada vez más jóvenes se han visto seducidos por la web de compraventa de contenido erótico-sexual más conocida del mundo. Para algunos es dinero fácil: un salvavidas. Para otros, puro entretenimiento. Su uso creció durante la pandemia y sus dueños presumen de haber generado intercambios por valor de 3.000 millones de dólares

Jorge Sanz Casillas

Ylenia tiene 22 años, los ojos oscuros y una mariposa tatuada en el hombro izquierdo. Ella es una entre el más de un millón de personas que genera contenido en Onlyfans, una web donde los usuarios compran y venden imágenes con un mismo denominador común: su alto contenido erótico, sexual y en ocasiones pornográfico. Hace solo unos días la página aseguró que pondría coto al material más explícito para, muy pocas horas después, desdecirse y mantener un modelo de negocio que ya ha movido cientos de millones de euros. En España, muchas personas –sobre todo chicas jóvenes– han visto en este portal una manera de cuadrar cuentas a final de mes o incluso ganarse la vida: «Yo estoy generando mucha pasta sin salir de mi casa, ¿sabes? Y sin trabajar».

-¿Cuántos suscriptores tienes?

-Yo ahora tengo unos 250 activos o así. Está bien –valora Ylenia–. Para llevar dos meses está bien.

-¿Cuántos años tienes?

-Yo tengo 22.

Aunque Onlyfans fue creada en 2016, el estallido de esta web en nuestro país se produjo hace relativamente poco. Su uso creció mucho durante la pandemia, apuntan desde Policía Nacional, aunque en niveles comparables al de otros portales convencionales dedicados a compras o videojuegos. A más tiempo en casa, mayor tiempo en internet, explican. Por su parte, la compañía presume de haber amparado transacciones por valor de 3.000 millones de dólares, y de que 300 de sus perfiles más exitosos ya han liberado ganancias superiores al millón. Es dinero suficiente como para pensárselo, una especie de «My heart belongs to daddy» contemporáneo, telemático, donde los creadores se dejan querer de lejos a cambio de una cuota mensual.

-¿En qué momento decides abrirte una cuenta?

-Llevaba mucho tiempo pensando si hacérmela o no, porque se genera mucho dinero, la verdad.

-Pero ¿qué entendemos por mucho dinero?

-Depende mucho de la persona. Yo llevo dos meses y me saco más de 1.500 euros al mes.

Para entender el atractivo que esto puede tener entre la gente joven, conviene recordar que el sueldo medio en España se sitúa en 24.395,98 euros brutos anuales según el INE. O lo que es lo mismo: en unos 1.600 euros ‘limpios’ al mes que casi siempre son menos en edades tempranas. «Me dijeron que se ganaba mucha pasta –resume Ylenia, que tiene los ojos grandes y el mentón estrecho, como pintado con portaminas–. Pero no me atrevía porque es bastante ‘heavy’, ¿no? Yo por ejemplo tengo una conocida que está en lo más alto del ranking y gana mucho más de 5.000 euros al mes, ¿sabes? Te lo venden así pues, claro, por probar... Me fue bien y aquí sigo».

-¿Por qué dices que es fuerte? Entiendo que tú puedes definir los límites de lo que quieres mostrar.

-Obviamente tú pones los límites, pero cuanto más muestres más vas a ganar. Eso es lógico. Tú pones los límites, tú decides, pero conozco gente que ha empezado en Onlyfans y lo ha dejado porque sentía mucha presión porque no subía lo que los suscriptores le pedían.

Ese es para chicas como Ylenia el principal peligro de esta página web. Aunque no existe una alarma como tal, desde Policía Nacional son conscientes de que a mayor número de usuarios, mayor riesgo de conductas inapropiadas; porque en Onlyfans no se opera solo mediante suscripciones, como el que paga por Netflix o Amazon Prime, también existe un chat donde los usuarios les piden contenidos a título individual, negociando precio, duración y «dureza», en una especie de mercado paralelo donde muchas chicas ganan «el dinero de verdad». Aquí el cobro por Bizum está muy extendido porque además escapa a los controles de Onlyfans, que se queda con un 20% de lo que genera cada creador vía suscripciones.

-¿Y no te preocupa la privacidad? Que alguien haga capturas de tu contenido.

-Tú cuando te haces Onlyfans tienes que ser consciente de que tus fotos se van a filtrar 100%, porque hay muchos grupos de Telegram que filtran contenidos. Ahí puede hacer capturas todo el mundo y hay muchos grupos de Telegram donde pasan la página de Onlyfans o el Instagram de una chica y preguntan: «¿Alguien tiene algo de esta?». Y empiezan a enviar, ¿sabes?

-Es como el que piratea el fútbol.

-Eso es. Tú tienes que ser consciente de que todo puede salir de ahí. Muchas chicas me escriben: «Ay, Ylenia, es que quiero empezar en Onlyfans pero me da mucha cosa que se filtre». Pues entonces no te lo hagas. Así de claro. Tienes que tener en la cabeza que es 100% seguro que va a salir de ahí. A mí sinceramente no es algo que me preocupe. Me preocupa más el hecho de que lo vean sin que me paguen.

Yo desde que empecé siempre he tenido entre 30 y 40 seguidores. Eso me ha llegado a generar hasta 2.000 dólares al mes
Ariadna

Quienes participan de este negocio esgrimen la misma libertad que ampara a quienes se suben a Instagram cantando en el coche. Con la diferencia de que ellos no arriesgan la salud de los peatones.

–Yo cuando veía chicas que lo tenían nunca me pareció mal –recuerda Ylenia.

-No te escandalizó ni te pareció, yo qué sé, prostitución.

-No, no... –sonríe–. A ver, que al fin y al cabo sí, ¿no? Estás vendiendo tu cuerpo. Pero es que a mí nunca me ha importado enseñar mi cuerpo. Siempre he sido muy de pasar fotos y, si ya lo hacía antes, ¿por qué no lo voy a hacer ahora cobrando? A ver, que si tú me preguntas: «¿Consideras que esto es prostitución y que estás vendiendo tu cuerpo?». Sí. Obviamente yo sé que estoy ganando pasta por enseñar mi cuerpo.

Maneras de vivir

Al final hay tantas formas de estar en Onlyfans como de estar en la vida. Y todas legítimas. Hay quien lo aprovecha para sacar un dinero extra, quien lo convierte en su principal medio de vida, quien se expone más y quien se expone menos. «Yo veo muchas chicas que tienen contenido en Onlyfans pero no enseñan nada; amigas que tienen cuenta pero con una suscripción cara... Es que hay muchas maneras de vender», concluye Ylenia.

Ese podría ser el caso de Ariadna, cuya manera de proceder en esta página es diferente a la de la mayoría. O eso parece. Ella tiene también 22 años, el pelo rubio y un surco horizontal en la ceja que le da una apariencia guerrera. Llegó a Onlyfans por recomendación, porque ya ganaba algo como modelo. Se abrió un perfil en cuanto vio que lo que fuera de la web le generaba, pongamos, 100 euros, en Onlyfans le daría 400.

«A mí siempre me ha gustado la fotografía profesional. Yo Onlyfans, sinceramente, lo veo una mierda de plataforma –asevera–. ¿Pero qué pasa? Si yo por ejemplo me voy a Asturias a trabajar con un fotógrafo que es muy amigo mío, nos levantamos a las cinco de la mañana y posamos con unos caballos... De esas fotos que terminan ganando premios ¿yo recibo algo? No. En cambio, yo me hago un selfi ahora mismo mientras estoy hablando contigo, lo envío como mensaje vendiéndolo a 10 dólares la foto, y a lo mejor en cinco segundos he ganado más que en todo un viaje».

-¿Conseguiste pronto suscriptores?

-Mi material la diferencia que tiene con el de los demás es que es un material caro. Yo desde que empecé siempre he tenido entre 30 y 40 seguidores. Eso me ha llegado a generar hasta 2.000 dólares al mes.

-¿2.000 dólares después de que te quiten ese 20% que se queda la web?

-Sí, sí, después de que me lo quiten. Ha habido un par de meses que he llegado a los 2.000, otros que 1.800... Y esto era el año pasado, porque este año no tiene nada que ver.

-¿Por qué?

-Porque se ha puesto de moda.

-¿Hay más oferta?

-Antes había mucha demanda y poca oferta. Cuando yo empecé el año pasado era cuando si se enteraban de que tenías Onlyfans automáticamente hacías porno, eras una guarra, eras no sé qué. Y ahora lo tiene todo el mundo. Además hay un problema: y es que muchas ‘influencers’ lo tienen y lo tienen barato. Hay gente con la suscripción a tres dólares o a cinco y luego las fotos te las venden por tres dólares, que es el mínimo. Las mías, para que te hagas una idea, están entre 10, 15...

Desde las oficinas de Onlyfans, situadas en Londres, celebran que cada vez más famosos se han abierto cuenta en su página web. Por ahí están el excampeón mundial de boxeo Floyd Mayweather o las cantantes Cardi B o Anitta, que tienen la suscripción a 4,99 dólares al mes. Ariadna, sin ser una ‘celebrity’, lo tiene al triple: 15 dólares.

Lo bueno y lo malo

Esa manera suya de estar en la web –más artística, más recatada y también más cara– le da tranquilidad frente a posibles filtraciones de contenido. Ariadna está convencida de que sus fotos difícilmente acabarán en Telegram o rebotando entre móviles como aquella ardilla que dicen que cruzó España de árbol en árbol sin tocar el suelo: «Tú en mi perfil no puedes encontrar tetas ni nada. Está todo censurado. Son fotografías en las que pongo la mano. Pueden ser de desnudo, pero es desnudo artístico», explica. «Luego si quieres topless lo tienes que comprar aparte de la suscripción. Por eso yo estoy tranquilísima y sé que la gente no lo filtra. ¿Por qué? Porque si tú pagas tres euros por una foto no te importa hacer una captura y enseñársela a un amigo. Pero si tú pagas 15 dirás: “Joder, si he pagado 15 no voy a ponerla en un foro para que otros la vean gratis”. Esa es la diferencia».

«A mí me han hecho sentir muy mal, por eso te digo que si yo lo dejase algún día sería por eso: porque puede con mi salud mental»
Ylenia

Para las chicas entrevistadas, lo mejor de Onlyfans es lógicamente el dinero, y también la facilidad para llevarlo en muy poco tiempo de la web a la cuenta corriente. Por contra, lo peor que encuentran es la caverna de la que emergen numerosos perfiles. El machismo informático que a menudo consigue atravesar la pantalla y amargar la existencia de quien lo padece, incluso estando a decenas de kilómetros.

-¿Alguna vez te han hecho sentir mal por algo que te han dicho?

-Sí, muchas veces –responde Ylenia–. El domingo pasado estuve toda la tarde, en confianza te lo digo, con ataques de ansiedad porque un chico me dijo cosas muy fuertes. La gente piensa que por suscribirse a tu canal les vas a dar todo gratis y vas a hacer todo lo que ellos quieran.

-Vamos, que piensan que poco menos que les perteneces.

-Sí. Una vez hice un directo con amigas que era de pago. Entonces a un chaval le molestó tener que pagar por ver y me escribió un texto al día siguiente diciéndome cosas muy fuertes: metiéndose con mi físico, metiéndose con mi familia... A mí me han hecho sentir muy mal, por eso te digo que si yo lo dejase algún día sería por eso: porque puede con mi salud mental.

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