«No estamos en la misión para aguantar. Estamos allí porque somos felices»

Además nuestro país es el segundo del mundo que más fondos aporta a las misiones . El año pasado fueron 13,7 millones de euros (un 5% más que el año anterior) y fueron destinados a medio millar de proyectos en el continente africano.

«No estamos en la misión para aguantar, estamos allí porque somos felices y eso no tiene ningún mérito». Con estas sencillas palabras resumía el padre José María Cantal Rivas su labor en Argel. Lo hacía en una rueda de prensa celebrada esta semana, con motivo de la celebración este domingo del Día Mundial de las Misiones (Domund).

Este año, la jornada lleva por lema «Sal de tu tierra» en sintonía con la invitación del Papa Francisco a «salir al encuentro del otro sin miedos ni complejos», según recordó el director de las Obras Misionales Pontificias (OMP) de España , el padre Anastasio Gil García.

Especializado en árabe e islamología, el padre Cantal lleva en la misión desde 1988. «Los valores del Evangelio que he recibido de la Iglesia son un patrimonio de la humanidad , que hacen que el mundo sea mejor», asegura este Padre Blanco que trabaja en una misión en el Santuario de Nuestra Señora de África, en Argel, y que recibe unas cien mil visitas al año. La mayoría (el 99%) son musulmanes y también «bastantes emigrantes que intentan llegar a Europa y que acuden al Santuario a pedir una bendición el día antes de subir a una patera», recuerda este sacerdote granadino de 49 años.

«Una madre que viene a encender una vela porque su hijo ha decidido cruzar el Mediterráneo y no sabe si ha llegado vivo; o una chica llamada Miriam que va a emigrar y viene a buscar una medalla de la Virgen para que le acompañe en su viaje hacia una tierra de cristianos», explica Cantal. En medio del sufrimiento, la labor de este misionero es «promover los valores del Evangelio», lo que supone «construir puentes y no barreras».

Tras sus destinos anteriores en Honduras, Guinea y Bolivia, y recién llegados de Mozambique, el matrimonio misionero formado por Juan Carlos y Virginia, se prepara ya para su próxima misión en Brasil, adonde partirán en cuanto hayan resuelto los trámites del visado. Ellos forman parte de los 700 misioneros laicos españoles que hay en el mundo.

«Vamos felices porque vamos a transmitir la fe. Hemos dejado nuestro trabajo, nuestra familia, nuestro confort para ayudar a las personas que necesitan ser participantes del Reino de Dios. Va a ser un reto importante », asegura Juan Carlos.

En Brasil trabajarán en la diócesis Sao Gabriel de Cachoeira en la Amazonía, donde conviven más de 23 etnias y 17 lenguas diferentes. No les faltará el trabajo como enfermeros en un lugar donde «muchos niños siguen muriendo a causa de la diarrea, la desnutrición la tuberculosis o la malaria».