«No entendemos por qué no podemos elegir la educación diferenciada porque haya cambiado el Gobierno»

También la amparan textos internacionales como la Convención de la UNESCO relativa a la lucha contra la discriminación (1960) y hasta la Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de Toda Forma de Discriminación hacia la Mujer (1979).

Con todo, el gobierno de PSOE y Unidas Podemos dejó claro en el documento que plasma su acuerdo que impedirá «la segregación educativa por razón de sexo en los centros sostenidos con fondos públicos».

A José María Morata y a Pilar Casado les preocupa este anuncio. Tienen tres niños: José María, de ocho años y Alejandro, de cinco , que van al colegio de chicos Las Tablas Valverde, mientras que la pequeña Martina , de dos, está en infantil del mismo colegio pero en el edificio contiguo, solo para chicas. La reacción de este matrimonio ante los planes de Sánchez e Iglesias es también de perplejidad. «No entendemos por qué no podemos tener la libertad de elegir ese tipo de educación porque haya cambiado el Gobierno, es una forma de educación como otra cualquiera. Cumple los requisitos legales, los niños están felices y aprenden», cuestiona Pilar. « Nos preocupa también que limiten nuestra libertad de elegir porque lo que sea que ellos consideren acerca de este tipo de educación», añade.

Para su marido, «se tienen que garantizar todas las opciones posibles, cuantas más mejor, y si dentro de las mismas está la diferenciada, incluida en la Constitución y defendida por el TC, ¿por qué entonces no tenemos derecho a elegirla?, es parte de la libertad de elección de los padres», recuerda José María que aún así no cree que el nuevo Gobierno pueda quitarle el concierto a esta opción que han elegido para sus hijos. « No nos planteamos que pueda desaparecer , es lo que hemos elegido y lo que queremos».

La elección de este matrimonio se basa en su propia experiencia. Ambos se formaron en colegios de solo chicas y solo chicos. «A nosotros nos ha ido muy bien, somos personas felices y tenemos un proyecto familiar y educativo común y la educación diferenciada se adapta a lo que queremos y lo que hemos vivido. Como a nosotros nos ha ido bien, queremos lo mismo para nuestros hijos», sentencia Pilar que añade que el colegio involucra a los padres, por lo que se sienten parte del centro. «Otros colegios no nos lo ofrecían, no somos un ente aparte, formamos parte de la escuela», señala orgullosa.

José María cuenta que el mayor jamás les planteó ir a un colegio mixto porque, además, se relaciona con niñas a diario . «Viene del cole muy contento y al salir se relaciona con niñas, ya sea en el barrio o con las hijas de nuestros amigos. Lo mismo Martina con los niños. En el colegio aprenden, que es lo importante».