Miles de alumnos anti Bolonia vuelven a la calle para exigir interlocución directa con Garmendia

El camino hacia la culminación del proceso hacia el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), conocido como proceso de Bolonia, vivió ayer un nuevo jalón con la salida a la calle de miles de estudiantes y de un número reducido de profesores para mostrar su oposición al proceso. Como en anteriores ocasiones, las protestas más numerosas tuvieron lugar en Madrid y Barcelona.
En Madrid, la manifestación convocada por la coordinadora de asambleas de alumnos concluyó sin incidentes frente al Ministerio de Educación, pese a que la Universidad depende del Ministerio de Ciencia e Innovación. Un grupo de estudiantes rompió la concentración y se dirigió a la Gran Vía, donde interrumpió parcialmente el tráfico y protagonizó un conato de enfrentamiento con las Fuerzas de Seguridad.
Seguimiento inferior al 2% Además de las manifestaciones, los estudiantes habían convocado una jornada de huelga que tuvo un seguimiento inferior al 2 por ciento en el conjunto de las universidades públicas de España, según fuentes del Ministerio de Ciencia e Innovación. Estas mismas fuentes señalaron que la protesta se focalizó en pocas universidades y de forma muy desigual.
En la capital, los estudiantes, algunos de enseñanzas medias, pidieron un referéndum universitario de ámbito estatal sobre el proceso de Bolonia y exigieron un debate directo, público y televisado de toda la comunidad universitaria con la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia. También se solidarizaron con compañeros de las universidades de Valencia y Barcelona que han sido sancionados. En algunas universidades, grupos reducidos de alumnos intentaron boicotear las clases.
En Barcelona, la protesta arrancó al mediodía en la plaza Universitat y concentró a unos 6.000 universitarios, entre los que había algunos profesores. La protesta transcurrió sin incidentes. Sólo un grupo reducido de encapuchados arrojaron globos de pintura sobre algunas fachadas. Otros cinco manifestantes se encaramaron a un andamio y colgaron un cartel con la imagen de un estudiante de la Autónoma que lleva 18 días en huelga de hambre. Al finalizar el recorrido, en el campus de la UPF, un millar de manifestantes tomaron el patio de la universidad y anunciaron que empezaban un encierro hasta el fin de semana. El miércoles, otro grupo de estudiantes más reducido se encerró en la Universidad Politécnica. Con éste son ya tres los encierros anti-Bolonia en Cataluña.
Por su parte, el director general de Universidades, Felipe Pétriz, desmintió en la Universidad de las Islas Baleares (UIB) las críticas contra el nuevo proceso de reforma universitaria y rechazó que suponga una «privatización» de la enseñanza superior. Pétriz asistió ayer a unas jornadas de debate organizadas en la Universidad de Baleares por la Asociación de Estudiantes de la UIB, y, sobre estas críticas y manifestaciones estudiantiles, puntualizó que «están más centradas en explicar lo que no es, que lo que es, sin entrar en la bondad de la reforma».
Pese a tener diferentes escenarios, las protestas tuvieron un denominador común: la denuncia de lo que los anti-Bolonia califican como «mercantilización» de la universidad pública. Las manifestaciones repitieron pancartas. «Fuera las empresas de la universidad» fue de las más repetidas.
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