La tormenta Tembin deja más de 180 muertos en el sur de Filipinas

En otras zonas de Mindanao el paso de la tormenta causó numerosos daños materiales y dejó bajo el agua numerosas zonas urbanas de Cagayan de Oro y Davao, ciudad de procedencia del presidente filipino, Rodrigo Duterte. En ambas localidades, la policía y servicios de emergencia utilizaron lanchas para rescatar a los vecinos que se habían refugiado de la crecida de las aguas en el techo de sus viviendas, según informó la cadena ABS-CBN.

«Todavía estamos tratando de confirmar que efectivamente una localidad ha quedado sepultada en su práctica totalidad por el lodo debido a las intensas lluvias», explicó Ryan Cabus, un alto cargo de Tubod, otro de los municipios más afectados de Mindanao. La falta de electricidad y el corte de las líneas de comunicación dificulta las labores de rescate. Grupos de militares, policías y voluntarios se han movilizado hasta la zona para buscar a supervivientes, retirar escombros y restaurar las comunicación y la corriente eléctrica.

El servicio estatal de meteorología (Pagasa) indicó que la tormenta, bautizada como «Vinta» por este organismo, se había reforzado y se dirigía hacia el oeste en dirección a Palawan, una provincia insular de Filipinas de la región de las Bisayas Occidentales, donde provocará lluvias entre moderadas y fuertes acompañadas por vientos sostenidos de 80 km/h. Pagasa prevé que el temporal abandone el archipiélago filipino y se adentre en el mar de China Meridional este domingo por la mañana, y llamó a la población en Palawan a tomar precauciones ante posibles riadas.

«Tembin» afectó Filipinas dos días después de que otra tormenta tropical, Kai-Tak, dejara unos 41 muertos y otros 45 desaparecidos en la región central del archipiélago, donde varias decenas de miles de personas tuvieron que ser evacuadas. El Kai-Tak también causó daños en infraestructuras y agricultura valorados en casi 29 millones de dólares (24,4 millones de euros).

Entre 15 y 20 tifones visitan todos los años Filipinas durante la temporada lluviosa que, por lo general, empieza en mayo o junio y concluye en noviembre o diciembre. El tifón Haiyan, uno de los más poderosos en el registro de Filipinas, golpeó el país en noviembre de 2013 con rachas de viento de hasta 315 km/h y dejó 6.300 muertos, más de mil desaparecidos y 14 millones de damnificados.